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El centro del campo, la gran evolución del inicio de curso en el Real Zaragoza

La restauración masiva de la plantilla, aún inacabada, nota en la zona creativa la mayor y más efectiva mejoría. Aguado, Moya y Mesa han dotado al equipo de una calidad y solvencia inexistentes en el último trienio.

Aguado (8), Mesa (11) y Moya (21), los tres centrocampistas nuevos, el viernes junto a Bakis (12).
Aguado (8), Mesa (11) y Moya (21), los tres centrocampistas nuevos, el viernes junto a Bakis (12).
Toni Galán

El Real Zaragoza que acaba de ponerse en marcha en la liga 23-24, sumido aún en plena culminación de su restauración masiva de la plantilla hasta el cierre del mercado el 1 de septiembre (dentro de 12 días), tiene en la zona del centro del campo la mayor y más efectiva mejoría respecto del pasado reciente, tanto si la referencia es la anterior campaña como si se amplía el espectro a todo el trienio precedente. En las dos primeras alineaciones de Fran Escribá, en las jornadas iniciales donde el cuadro zaragozano ha logrado dos triunfos y se ha aupado al puesto de líder, las modificaciones más radicales, contundentes en número de piezas y en el cambio de la idiosincrasia de los relevos llegados al grupo, se han observado –para bien– en la línea de creación.

De los cuatro centrocampistas puros que Fran Escribá está incluyendo en el once inicial, tres son nuevos fichajes. Se trata de Marc Aguado, Toni Moya y Maikel Mesa. Por aquí, por este sector del juego, fluyen los primeros síntomas evidentes de progresión positiva del equipo.

La creatividad, la generación de fútbol, el manejo con criterio del balón en las diferentes fases del juego, la llegada al área rival desde la segunda línea con unos mínimos de rigor y peligro, son epígrafes remarcados con una flecha hacia arriba en los informes pos partido, tanto ante el Villarreal B como frente al Valladolid. Cuando la afición y el resto de observadores aseveran que «esto es otra cosa», la apreciación que recoge su cerebro con satisfacción tiene su epicentro en la línea de medios que está construyendo Escribá.

Por ahora, es con un dibujo en la pizarra en forma de rombo, con un único pivote (Aguado) y un vértice de mediapunta que se convierte en tercer delantero (Mesa). Más adelante, pronto, se pasará al diseño más clásico de Escribá, con dos medios centro y dos extremos/interiores abiertos a las bandas con profundidad ofensiva. Y así se entremezclará jornada a jornada, según considere en cuerpo técnico conveniente antes o durante los partidos, en virtud del rival o de la propuesta propia a voluntad. Hay más métodos en cartera, como jugar con cinco defensas (tres centrales), en un 5-3-2 que requiere de otros roles en las prestaciones de los especialistas del medio campo. Se verá.

La gran revolución está ahí

No es extraño que el cambio más visible –felizmente en positivo– del nuevo Real Zaragoza esté en el mecanismo de dirección y gestación del fútbol del equipo. Por detrás, el portero es el mismo de los últimos siete años: Cristian Álvarez; y la defensa ha presentado cuatro caras de largo recorrido en el club: Gámez, Francés, Jair y Nieto

Las novedades en la trinchera de la retaguardia, que también irán llegando, aún no han asomado. Ni el guardameta Poussin, ni el lateral zurdo Lecoeuche, ni el central Mouriño han optado al debut. al margen de lesiones o retraso en sus incorporaciones, no ha lugar por ahora. Con el equipo invicto e imbatido en los dos primeros duelos (2-0 y 1-0 venció al Villarreal B y al Valladolid, respectivamente), Escribá no tiene prisas ni presión alguna para remodelar este ala.

Y arriba, de los dos puntas que han iniciado los partidos, solo uno es nuevo, Bakis. El otro, Azón, también lleva muchos kilómetros ya con el uniforme blanquillo. Con Sergi Enrich esperando más minutos y el recuperado Mollejo como multiusos, el puesto de arietes todavía no resulta nuevo en puridad.

Es decir, de los cuatro nuevos fichajes que han arrancado el curso como titulares, tres desempeñan sus funciones en la zona del timón, el amplio medio campo.

Sabía Juan Carlos Cordero, el director deportivo, de acuerdo con la apreciación gemela del entrenador Escribá, que la contratación de gol, de delanteros certeros y efectivos, era fundamental este verano, dada la ceguera crónica desde 2020. Pero, con buen criterio, han considerado tan o más importante reforzar los puestos donde germinan esos goles. Solo Francho y Grau prosiguen del pasado. Con la llegada de los extremos, este sector del campo va a ser decisivo.

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