REAL ZARAGOZA
Fútbol, goles, paradas, sudor, calor y humedad: el Real Zaragoza se exprime en Murcia
El primer entrenamiento de este lunes en San Pedro del Pinatar, de casi dos horas de reloj, advierte de una semana dura en lo climático y exigente en lo deportivo.
El primer entrenamiento de este lunes en San Pedro del Pinatar, de casi dos horas de reloj, advierte de una semana dura en lo climático y exigente en lo deportivo para la plantilla del Real Zaragoza, que estrenó a las 9.30 de la mañana el sobresaliente césped de su campo asignado para trabajar esta semana en el Pinatar Arena. Hasta pasadas las 11.30 no abandonó el equipo aragonés la hierba. Fran Escribá, siempre escoltado por David Generelo y Julen Masachs, empezó fuerte la concentración en tierras mediterráneas.
Fútbol, goles, paradas, sudor, calor y humedad con las seis palabras que describen este auténtico palizón físico desarrollado por los 26 jugadores que el cuerpo técnico se ha traído al Mar Menor. El Real Zaragoza se exprime en Murcia, tanto por la envergadura y el ritmo del entrenamiento como por la constante transpiración corporal que la temperatura ambiental y el íncide de humedad relativa del aire provocan en las personas. Lo hacen los que están parados, quietos. Así que quienes están en fase de pleno esfuerzo, se ven obligados a hidratarse permanentemente.
Escribá dejó ver todo el entrenamiento a los medios de comunicación. Cambió de parecer respecto del plan inicial horas antes, que iba a dejar esta concentración de Murcia en el mismo régimen de puerta cerrada que impera durante el año en la Ciudad Deportiva. Y fue una gozada poder disfrutar de nuevo de una mañana de fútbol en estado puro.
Tras unos minutos de adaptación y calentamiento, a base de balón y rondos, lo nuclear de la matinal pinatarense fueron los partidillos en campo reducido con cuatro equipos en liza. Cada gol, rotación, saliendo el que lo encaja. La velocidad del juego, la intensidad, la aplicación de todos los futbolistas, fue sobresaliente. Un sin parar.
Se vieron goles de todos las facturas. Buenas paradas de los porteros. Un ruido constante de conversaciones sobre el juego. Ni un segundo de relajo. Escribá no tiene que estimular demasiado a este vestuario. Lo tiene engrasado, lanzado. Generelo es el que más grita, el encargado de matizar, de rectificar, de sugerir a los jugadores los detalles.
Pero, sobre todo, abrumó el calor y esa pesadez ambiental que provoca la humedad. El nutricionista, Raúl Luzón, tiene un trabajo importante en estas fechas de San Pedro del Pinatar. Corrió la fruta fresca a la conclusión de la matinal. Incluso durante parte de ella. El fútbol en este escenario climático pide una enorme atención para no caer en pájaras de rendimiento, en agotamientos prematuros. Beber y comer, emulando a los ciclistas en pleno esfuerzo.
Este envoltorio, con temperaturas que van a oscilar entre los 30 y los 35 grados hasta el domingo que viene, con una humedad relativa del aire que ha estado hasta en el 80% este lunes a las 9.00, va a mediatizar inexorablemente el trabajo a seguir por los zaragocistas. Cuando las nubes tapan el sol algún rato (benditas nubes), cambia el día de raíz.
