Los contactos entre el Real Zaragoza y el Girondins de Burdeos para el traspaso de Gaetan Poussin siguen activos, con la intención de resolver la operación en los próximos días. El club aragonés tiene el tiro ya pegado: quiere a Poussin para completar la portería, es su apuesta decidida, y tiene con el jugador un acuerdo apalabrado para un contrato de dos temporadas más otra opcional. 

Con Poussin convencido, el Zaragoza tiene aparcadas posibles alternativas a la posición: va a esperar todo lo posible porque existe la seguridad de que el club francés acabará dando la luz verde a la salida ya que quiere quitarse al jugador y lo tiene apartado de la pretemporada del equipo. En este sentido, no hay prisas porque la demarcación está bien afianzada para la pretemporada con Cristian Álvarez y Dani Rebollo y porque Juan Carlos Cordero está jugando sus cartas con paciencia y optimismo.

Para que la operación se desbloquee, sin embargo, quedan asuntos por resolver. El primero y principal es la intención de Poussin de percibir, en concepto de liquidación de su contrato de dos temporadas en el Girondins, una compensación que suavice la pérdida económica de firmar por el Real Zaragoza. El club francés, por su parte, se resiste a ello: accedería a liberarlo en los términos en los que se encauzó la pasada semana el acuerdo entre clubes (un traspaso a coste cero a cambio de derechos futuros), pero considera que esa compensación, de tener que afrontarse, debería correr a cargo del Zaragoza. Poussin ya accedió el pasado verano a rebajarse alrededor del 30% el salario de esta temporada pasada (a unos 300.000 euros) con una ampliación de dos cursos más, de 2023 hasta 2025. Esa predisposición del portero le permitió al club francés amoldar su masa salarial e inscribir sus fichajes de entonces. Y por ahí giraría, ahora, la base de la reivindicación de Poussin.

El Girondins no ha aceptado aún la propuesta aragonesa, pero tampoco la ha rechazado. En sus trazos generales, las condiciones planteadas por el Zaragoza están encaminadas hacia ese acuerdo en cuanto a la fórmula final de la operación: un traspaso gratuito más un porcentaje sobre los derechos futuros derivados de una posible venta. Así que todo apunta a que el Girondins admitirá la oferta aragonesa cuando el portero acceda a salir.

Poussin es un portero de 24 años y 1.86 metros desarrollado en la cantera del Girondins, internacional en todas las categorías inferiores de la selección francesa. En Burdeos, vivió, en el primer equipo, siempre a la sombra de Benoit Costil, hasta que asaltó la titularidad en el tramo final de hace dos temporadas. El pasado curso fue fijo. Fue el sexto portero menos goleado de la Ligue 2 gracias, en parte, a la buena defensa de su equipo, que se quedó a solo un paso del ascenso. El estilo de juego del Girondins permitió que Poussin fuera el portero líder en pases y precisión de pases. Tiene un aceptable manejo del balón con los pies, agilidad y reacción entre los palos y una buena lectura y control de los centros: es un portero solvente en ese tipo de acciones aéreas. Además, es rápido en la cobertura de las defensas adelantadas.

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Un portero de cierto nivel, en la línea de lo que quieren Juan Carlos Cordero y Fran Escribá para retar el feudo de Cristian Álvarez en el Real Zaragoza. Una operación, también, con cierta previsión de futuro para agilizar una transición posterior al argentino, quien renovó solo por una temporada. En ese línea, se encuadra también la prolongación de contrato de Dani Rebollo. Ellos dos y Poussin, son ahora mismo, la portería en mente de Cordero y Escribá.