Dani Rebollo, el tercer portero del Real Zaragoza y titular toda la temporada con el filial (excepto cuando ha ido convocado con el primer equipo) no juega en la mañana de este domingo el partido definitivo para tratar de obrar la permanencia en Segunda RFEF con el Deportivo Aragón en Badalona. 

El guardameta andaluz, fichado el pasado verano del Betis B, está lesionado. Y puede que la dolencia sea importante: una rotura de menisco en una rodilla. A falta de un diagnóstico definitivo, Rebollo se ha quedado en Zaragoza sin poder ser citado por Emilio Larraz, el entrenador del B blanquillo. 

La lesión de Rebollo tuvo lugar el pasado fin de semana en Oviedo, adonde viajó convocado por Fran Escribá, técnico de la primera plantilla, para ser suplente de Ratón, dado que Cristian Álvarez estaba sancionado por la doble amarilla -y expulsión- que vio en el duelo contra la UD Las Palmas en La Romareda siete días antes. 

Rebollo no jugó en campo ovetense. Pero, como es hábito en el cuerpo técnico zaragocista, saltó al césped del Carlos Tartiere cinco minutos después de acabar aquel envite (con derrota por 2-1 en el último instante) para llevar a cabo unos ejercicios de tonificación muscular pos partido junto al resto de suplentes y aquellos jugadores que participaron únicamente unos breves minutos durante el choque ante los carbayones. Y en ese pasaje, sufrió un mal giro en la rodilla dañada que ha terminado por ser más grave de lo que en un principio pareció. 

Al regreso de Oviedo, el dolor fue a más. Durante la semana, Rebollo fue explorado y se esperó a ver su evolución en términos médicos. Finalmente, las sospechas han girado siempre en torno a un problema meniscal que ahora aguarda pruebas radiológicas (reincidentes, pues ya ha pasado una vez por los rayos X) para asegurar el daño que tiene. 

El viaje de Rebollo a Oviedo ha salido mal. Lo mismo que a las armas, al fútbol lo carga el diablo. Escribá decidió llamar al andaluz para que estuviese en el Tartiere, lo que impidió al filial (a Larraz) contar con su arquero titular en un partido clave para la salvación ante el Mallorca B en la Ciudad Deportiva, que finalente sacó adelante el filial por 2-1 pero que fue perdiendo peligrosamente por 0-1 durante muchos minutos, lo que hubiese significado el despeñamiento a Tercera RFEF casi con total seguridad. Ese día, el portero del B fue Acín, que solo había jugado un partido en toda la temporada. 

Con Ratón ya en la recta final de su larga etapa zaragocista, pues es seguro que no va a seguir a partir de que concluya en unos días la liga 22-23, se especuló con que Rebollo fuese titular en Oviedo con Escribá, algo que ya había sucedido al final de la primera vuelta en La Romareda frente al Huesca y días después en Leganés, cuando Cristian Álvarez se lesionó y Ratón perdió la confianza del técnico y de la afición por unas actuaciones llenas de dudas. Pero esta vez, el entrenador del equipo profesional volvió a confiar en Ratón, lo que desembocó en que Rebollo, el pasado fin de semana, ni jugara en un sitio ni en el otro. 

El problema de la lesión del guardameta de Lepe, de 23 años, tiene más derivadas concéntricas inesperadas. Su llegada al Real Zaragoza en julio, que fue en segunda instancia tras anular un par de días antes el club el fichaje consumado y anunciado del vasco Gaizka Campos a consecuencia del descubrimiento de un tuit ofensivo de éste con el Real Zaragoza años atrás, se hizo con un contrato que contemplaba un año de vigencia y la posible prórroga de varios más si la dirección deportiva así lo considerase, según su rendimento y sensaciones. Es probable que la decisión final fuese que Rebollo no continúe en el club zaragocista a partir del 30 de junio y se le instase a buscar nuevo acomodo. Pero si se confirma la rotura de menisco y es necesaria una intervención quirúrgica que lo tenga de baja varios meses, el club puede ver mediatizado su veredicto sobre el futuro del portero onubense. La solución a este singular asunto queda en el aire para las próximas fechas. 

Mientras tanto, el Aragón juega a las 12.00 de este domingo en Badalona con la necesidad de ganar para asegurarse un año más en la cuarta categoría del fútbol español. De lo contrario, asomarán opciones de descenso. Y Rebollo no estará en el campo barcelonés en la portería del filial. Está en su casa de Zaragoza, tratado por los fisioterapeutas y en vigilia de un resultado radiológico último.