REAL ZARAGOZA

El nuevo objetivo del Real Zaragoza: la permanencia matemática cuanto antes

Para el club es un detalle clave poder empezar el diseño de la próxima liga con antelación. Con 10 puntos de ventaja sobre el 19º a siete partidos del final, ganar tres o cuatro semanas de trabajo facilitaría la ingente tarea que aguarda.

Varios futbolistas del Real Zaragoza inician el entrenamiento a las órdenes del preparador físico, Julen Masach.
Varios futbolistas del Real Zaragoza inician el entrenamiento a las órdenes del preparador físico, Julen Masach.
Guillermo Mestre

El desarrollo positivo de las últimas dos jornadas, además de aliviar el estado de nervios que se ha vivido durante el último trimestre en el seno del Real Zaragoza por la dubitativa marcha del equipo y su peligrosa clasificación, ha desembocado en la generación de un nuevo objetivo inmediato a aplicar durante los siete últimos partidos que restan a esta temporada 22-23: tratar de lograr la permanencia matemáticamente lo antes posible.

Los cuatro puntos sumados ante el Levante (1-1) y el Granada (1-0), frente a dos de los candidatos al ascenso directo a Primera División, han modificado de manera natural el modo de ver el presente del equipo. Este par de partidos donde los momentos de solvencia, incluso de cierta brillantez, han traído la calma a todo el zaragocismo –dirigentes incluidos– han dotado de valores novedosos al esprint final del torneo.

Con 10 puntos de ventaja sobre el 19º lugar (nueve más el ‘golaverage’ ganado sobre laPonferradina, que sigue siendo quien marca la zona de descenso) a solo siete partidos para el final del curso, ganar tres o cuatro semanas de trabajo para la dirección general y la dirección deportiva facilitaría la ingente tarea que les queda por delante. Todo el mundo tiene asumido que viene un largo y exigente verano, el de la restauración de la plantilla en busca de elevar el nivel competitivo y pelear for fin por el perentorio ascenso.

Y no es lo mismo cuadrar las cifras en la tabla el último día, el 28 de mayo, o en la penúltima jornada (el 21 de ese mes) que anticipar la continuidad con seguridad un año más en Segunda 20 o 30 días antes. Raúl Sanllehí y, sobre todo, Juan Carlos Cordero agradecerían sobremanera que su trabajo pudiera comenzar a primeros de mayo en vez de en los albores de junio. Los mecanismos del mercado del fútbol profesional tienen unos rigores inquebrantables que solo se pueden engrasar y modular con una medicina:tiempo.

Cuatro semanas antes, lo ideal

Restan 21 puntos en disputa, los de las siete últimas jornadas. Además de los que vaya a sumar el Real Zaragoza, esta situación expectante va a depender en un 50 por ciento del comportamiento de la Ponferradina, de lo que ese equipo –que hoy es el 19º– pueda presionar el nivel de puntuación necesario para salvarse matemáticamente. Esta figura viene siendo igual en cualquier cálculo desde finales de febrero. Pero el equipo zaragocista, con sus 44 puntos ya adicionados, se sabe muy cerca del objetivo principal de cualquier año malo –como es el caso–, que es garantizarse la permanencia.

Las combinaciones y cálculos más optimistas llevan a prever que el arqueo de la caja de los puntos podría cuadrarle perfectamente al Real Zaragoza a falta de cuatro jornadas. Serviría con llegar ahí con 12 puntos de ventaja, que podrían ser 11 por el referido ‘golaverage’ favorable si la referencia sigue siendo la Ponferradina y no varía esa parte de la ecuación en los próximos tres fines de semana.

Es decir, que el Real Zaragoza debería obtener dos puntos más que los leoneses en el tramo de las inminentes tres jornadas, en las que los de Escribá reciben en La Romareda al Racing de Santander, mañana, y a Las Palmas y, entremedias, viajarán a Eibar. Si todo sale bien en esta trilogía, el equipo blanquillo podría llegar salvado del todo a las últimas cuatro citas ligueras: el viaje a Oviedo, el duelo en casa contra el Cartagena, el desplazamiento a Ibiza y el corolario a la temporada en La Romareda frente al Tenerife.

En esta quiniela más optimista, en la medianoche que unirá el 30 de abril con el 1 de mayo, Sanllehí y Cordero ya podrían poner a toda máquina los motores de la SAD para empezar a cuajar fichajes, salidas, cesiones y demás gestiones que ahora están congeladas a expensas de que se sepa a ciencia cierta qué va a ser del futuro y cuándo. La situación ideal sería jugar esos últimos cuatro partidos con el pulso calmado, con el único fin de mejorar la clasificación final en pos de las recompensas económicas que otorga LaLiga por ello. Si son solo tres, tampoco estará mal el final del curso.

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