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Jorge Pombo: “Me gustaría tener siempre un sitio en el Real Zaragoza”

El aragonés abandera el animado fútbol del Racing Club, próximo rival del equipo de Fran Escribá, en lo que será su regreso al campo donde creció como futbolista.

Jorge Pombo, en un entrenamiento del Racing.
Jorge Pombo, en un entrenamiento del Racing.
Nacho Cubero/Racing Club

Jorge Pombo (Zaragoza, 1994) descubre estos días que hay vida y felicidad más allá del lugar en el que uno siempre quiso ser feliz. Más de cuatro años después de dejar el Zaragoza, tras pasar de puntillas por el Cádiz y no cuajar en el Oviedo, dos plazas de un idioma distinto a su fútbol; el mediapunta -ahora lo es- ha hallado en el Racing de Santander el ecosistema ideal para su juego desenfadado, liberado, atrevido y autónomo. Allí luce como hace tiempo que no lo hacía, en un equipo que este sábado lo lleva de regreso a La Romareda, el sitio donde, como tantos otros como él salidos de la casa, como los mejores toreros, fue querido o incomprendido según el día.

¿Siente el ‘gusanillo’ en el cuerpo ante el retorno a La Romareda?Sí, porque es un partido especial. Ya sea para jugar o para ver simplemente un encuentro desde la grada, es especial el regreso a casa. Muy bonito.

¿Qué Zaragoza esperan?Será un día difícil, porque el Zaragoza está en una buena racha. Está en el mejor momento de la temporada, y será un rival muy complicado. En casa, con la afición que tiene, es un equipo difícil, difícil. Vamos tener que pelear mucho.

¿Y cómo es el Racing?Hay mucha ambición y ganas de pelear. Ahora mismo, el fútbol que proponemos se basa en tener la pelota, construir desde atrás y dominar la posesión de los partidos. También tiene una afición que alienta mucho.

¿Qué le motiva más de volver a casa?Volver a pisar La Romareda con mi gente y en el club que me ha visto crecer. Motivación, en realidad, la que tengo todos los fines de semana: sumar y ayudar a mi equipo para intentar sacar una victoria.

"En Zaragoza, intentaba poner todo de mi parte, y a veces te pasas de ganas. Ese ímpetu que te puede llevar a sobrepasarte ahora está más controlado"

¿Ha cambiado mucho desde su adiós hace ya cuatro años?Sí, ya lo creo. Sobre todo, en lo mental, y en los sacrificios que hay que hacer. También he sido padre recientemente y eso influye. En lo futbolístico, estoy muy centrado, sabiendo mejor qué tengo que hacer en cada momento de los partidos. Ante todo, he ganado pausa mental.

¿Aparte de la vida de la persona, qué cambia un hijo o una hija en el futbolista?Es una niña. Se llama Leia y nació en noviembre. Te cambia totalmente. Mucha gente te lo va diciendo, pero hasta que no te toca y lo vives, no sabes qué es. Uno puede tener problemas fuera de casa, pero cuando llegas allí y ves a tu hija sonriéndote… Eso es paz y tranquilidad. Se te van todos los enfados y cabreos. Ha permitido, todo esto, que sea más estable jugando.

¿Esa estabilidad es lo que le ha faltado en los años previos?Correcto. Hay que tener continuidad jugando, pero también en lo emocional. He sido joven y no era padre, y son experiencias distintas. En Zaragoza, intentaba poner todo de mi parte, y a veces te pasas de ganas. Ese ímpetu que te puede llevar a sobrepasarte ahora está más controlado.

¿Qué contexto le ha dado el Racing para que se haya visto el mejor Pombo desde la temporada en la que el Zaragoza pierde el ascenso contra el Numancia?Continuidad, regularidad y confianza. No hace falta más cuando se tiene personalidad y sabes jugar al fútbol. Luego, se trata de plasmar en el campo todo aquello que sabes hacer. También estoy jugando en la posición en la que mejor me he desenvuelto.

Esto que comenta es llamativo. En su mejor año en el Zaragoza, evolucionó a un perfil de delantero después de haberse formado como centrocampista. Ahora, es un mediapunta con mucha libertad. ¿El modelo de juego del Racing le ha permitido acercarse a esos orígenes?Totalmente. Venía además de equipos con estilos muy diferentes a lo que ahora propone el Racing o proponía el Zaragoza cuando jugué allí. Eso me beneficia. Si vas haciendo números, jugando a gusto y los resultados van saliendo, mucho mejor.

Dejó el Zaragoza en Segunda y ahí sigue, mientras que Pombo ya ha pisado Primera División…Subir a Primera con el Cádiz fue un sueño cumplido. Además, pude marcar gol. Aunque mi sueño real era jugar en la elite con el Real Zaragoza. Ahora, eso es más complicado. Ojalá pueda volver a esa categoría, para ello trabajo, para estar en mi mejor versión.

¿Tiene alguna espina clavada aún por tener que salir del Zaragoza?Está claro que siempre me gustaría volver para ayudarles a cumplir los objetivos. Siempre lo he dicho. Regresar a casa sería bonito y especial. Está en mente. ¿Espina clavada? Sobre todo del ascenso que podríamos haber conseguido el año del Numancia. Son cosas que pasan y ya está. Tener que salir de allí te ayuda también a aprender de los errores.

¿Ha tenido la oportunidad de volver?Que yo sepa no. Nunca se me ha planteado la opción. Ojalá hubiera sido así.

¿Cree que tendría sitio en el Zaragoza de hoy?Sí, sí. En el de hoy, en el de ayer… Me gustaría tener siempre un sitio o un hueco. Pero al final, cada año es distinto y la gente te quiere o no te quiere. Tampoco le doy más vueltas.

"Está claro que siempre me gustaría volver al Zaragoza para ayudarles a cumplir los objetivos. Siempre lo he dicho. Está en mente"

Con la salida de Lasure, se cerró una etapa de una generación que dio un nuevo color canterano al Real Zaragoza: usted, el propio Dani, Delmás, Guti, Zalaya… ¿El tiempo pasa volando?Bueno, aún sigue Nieto, aunque él subió algo después, sí. ¿Y Zapater sigue, no? (bromea).

Por supuesto.Es bonito que el club, ahora, siga contando con la gente de casa. La cantera siempre da buenos frutos y rendimientos.

¿Cómo observa esa apuesta por otras generaciones de canteranos?Es la mejor opción. El de casa siempre es quien saca las castañas del fuego y tira hacia delante del equipo. Es bonito que cuenten con ellos. Tanto en la Ciudad Deportiva como en otros clubes de Zaragoza, hay gente muy buena.

¿Quién le entra más por los ojos de los canteranos actuales?Sinceramente, todos los que están: Alejandro Francés, Francho, Iván… Son muy buenos. Jóvenes y con calidad. Y también los otros que vienen: Marcos Luna, Pau Sans… No me sorprende, porque sé lo que hay en las categorías inferiores, he jugado ahí y sé el nivel que existe. Con esfuerzo y una pizca de suerte, se llega. Es bueno para el Zaragoza de cara al futuro.

¿Cree que se le exige más al de casa?Pero porque la gente se ve reflejada en ellos. Saben que esos futbolistas sienten de verdad esos colores. Puede venir al Zaragoza el mejor futbolista del mundo pero nunca va a sentir lo que siente un chaval cuando sube al primer equipo. Se les debe animar, pero también se les exige y se les da caña. Yo lo he vivido, así que sé de lo que hablo.

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