Todos los ojos de los implicados en la permanencia, es decir, en la elusión del descenso de Segunda División a Primera RFEF, estaban en la tarde de este domingo, 2 de abril, en el pequeño estadio Anxo Carro de Lugo, donde jugaba la Ponferradina. Los bercianos, cuartos por la parte baja de la tabla, son los que marcan desde hace semanas el ras de la exigencia. Entre esos clubes inmersos aún en esta nerviosa pelea está el Real Zaragoza, que venía de empatar 1-1 el viernes por la noche en el feudo del Levante, uno de los gallos de la competición.

Y el 0-0 final obtenido por el equipo de Ponferrada ante su vecino y desahuciado rival gallego (era un derbi de proximidad) supone que nada cambia respecto de la ubicación zaragocista en ese medio ambiente de la zona caliente y peligrosa de la clasificación. Estaba a 6 puntos (más el 'golaverage' a su favor en caso de igualdad el último día con los ponferradinos) antes de esta jornada 34... y a 6 puntos va a quedar cuando concluya. 

El Real Zaragoza se ha aupado a los 41 puntos en su balance parcial, mientras que el nivel letal lo sigue poseyendo la referencial Ponferradina, ahora con 35. Por fortuna para los zaragocistas -y para el resto de colegas de preocupaciones que se asoman al abismo hace días-, los leoneses han vuelto a quedarse escasos en su suma, sin ser capaces de vencer, como ya les sucedió la semana pasada en su estadio ante el Mirandés. De este modo, lo que podía haber sido a estas horas un lío monumental en torno al puesto 19º, el que todos quieren evitar, es simplemente un riesgo matemático del que al Real Zaragoza lo separan al menos tres partidos de distancia, cuando ya solo restan 8 jornadas. 

Es decir, que para que la Ponferradina pueda dar alcance a los blanquillos necesita enjugar su desventaja de 7 (les es obligado sobrepasar el referido 'golaverage') y, eso, requiere como mínimo tres triunfos de los de El Toralín que vayan acompañados de tres derrotas del Real Zaragoza. A primera vista, no es algo que, tras los dos patinazos de los leoneses en las dos últimas jornadas, parezca tarea sencilla para el principal rival en esta recta final de temporada en el objetivo de consolidar la categoría. Eso sí, el ritmo de suma, lento a más no poder, augura aún algún tiempo más de incertidumbres hasta que las matemáticas puedan cuadrar.