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Simeone pone a prueba su espalda en un entrenamiento de test

El goleador del Real Zaragoza comenzó el entrenamiento de este jueves en La Romareda con el resto del grupo para poder evaluar si podrá viajar a Gijón o necesita más tiempo de reposo tras la dolencia lumbar que lo dejó fuera en Villarreal.

La plantilla del Real Zaragoza, en el entrenamiento de este jueves en La Romareda.
La plantilla del Real Zaragoza, en el entrenamiento de este jueves en La Romareda.
José Vidal

Giuliano Simeone se probó en la sesión preparatoria de este jueves en pleno proceso de recuperación de un fuerte dolor de espalda, en la zona lumbar, que lo dejó fuera del último partido del Real Zaragoza en Villarreal y que llenó de preocupación al cuerpo técnico tras agravarse las molestias con las que viene jugando, fajado y tratado médicamente, el delantero argentino en los dos últimos meses. Fue un entrenamiento de test para evaluar si es posible que el mejor goleador del equipo en lo que va de liga (lleva 6 tantos a estas alturas de liga, en la jornada 23) pueda ser incluido en la lista de viajeros a Gijón por parte de Fran Escribá o, por el contrario, necesita de más tiempo de reposo y rehabilitación específica por parte de los fisioterapeutas. 

En principio, nadie tiene prisa. Se va a actuar con sumo cuidado para evitar una recaída que, dado lo delicado de la zona afectada, podría ser contraproducente para el futbolista y para el equipo a corto plazo. Simeone ha mejorado en los últimos siete días de forma palpable, le duele menos al correr y golpear el balón, pero aún tiene mermas en determinados movimientos propios de la práctica del fútbol. Mucho más en un jugador como él, explosivo en las carreras, incansable en el esfuerzo de fondo durante los 90 minutos de cada partido. Así que la solución a la incógnita queda en estado de espara hasta el mismo mediodía del viernes, cuando Escribá componga la convocatoria que se desplazará hasta Gijón en un largo y cansado viaje en autocar y por autopista hasta la costa de Asturias. Para eso, cuando el entrenamiento estaba concluyendo, solo restarán 24 horas. 

La baja de Simeone es en estos momentos la peor noticia que podía acontecer en el Real Zaragoza de mitad de enero, pues es el único delantero que ha dado números y sensaciones de aprobado (con nota elevada, notable) en los primeros cinco meses del torneo liguero. El joven de 19 años, cedido por el Atlético de Madrid y debutante este año en el profesionalismo tras llegar procedente del filial rojiblanco en verano, en el que el año pasado compitió en la quinta categoría del fútbol español (la Tercera RFEF), se ha reivindicado como un emergente ariete con excelentes capacidades para triunfar en los próximos años dentro del fútbol grande. 

Una vez recuperado Iván Azón de su latosa rotura muscular en un muslo que lo ha tenido tres meses de baja, la recuperación de Simeone para la titularidad en la vanguardia zaragocista no es tan urgente como lo hubiese sido antes de estas fechas de enero, cuando el aragonés estaba totalmente apartado de la normalidad del grupo y la delantera se sujetaba casi al cien por cien en Simeone. Aún así, el talante del argentino, competitivo al máximo, augura un regreso al equipo anticipándose a los tiempos de baja médica previstos en un principio. Hasta la confirmación de la lista de expedicionarios a Gijón, Escribá aguardará la decisión del propio futbolista y del cuerpo médico del club. 

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