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Vacaciones con deberes en el Real Zaragoza
La primera vuelta ha sido de claro suspenso. Las deficiencias del equipo obligan a recurrir al mercado, con el gol como máxima prioridad.
El gráfico que ilustra estas páginas es definitorio: la primera vuelta del Real Zaragoza solo da para mantenerse. El equipo aragonés siempre ha estado más cerca del descenso que de los puestos de Promoción, nunca ha pasado de la duodécima plaza, y cuando ha tenido la oportunidad de dar un estirón clasificatorio importante, ha fallado.
Ocurrió en la visita a Leganés, con la derrota que le impidió colocarse a cuatro puntos del ‘play off’; y también en anteriores ocasiones, como en el duelo ante el Mirandés (jornada 7 de liga) o el Andorra, en el duelo que desató la crisis que se llevó por delante a Juan Carlos Carcedo, primer técnico de la temporada.
Durante las 21 jornadas que ya se llevan disputadas, el Real Zaragoza ha sido incapaz de enlazar tres victorias consecutivas. Su mejor racha de resultados fue, precisamente, la que terminó este pasado lunes, cuando Fran Escribá, después de seis encuentros al frente del equipo aragonés, perdió por primera vez.
De esta forma, el equipo se ha ido de vacaciones en decimosexta posición. Realidad alejada de las expectativas creadas en verano, con el mensaje transmitido por los nuevos propietarios, y que, a día de hoy, complica mucho las posibilidades de acabar compitiendo por un objetivo ambicioso, por una sexta posición que ahora mismo se otea a siete puntos.
La ventana del mercado invernal, que se abrirá el próximo 1 de enero, será utilizada para remendar las posiciones más necesitadas, pero, tal y como adelantó el presidente Jorge Mas, no habrá una gran revolución y la base del equipo en la segunda vuelta seguirá estando integrada por los mismos futbolistas.
Nadie pone en duda que firmar un extremo con desborde y un delantero centro resulta prioritario. Lo contrario sería obviar los datos ofensivos mostrados por el equipo durante estos primeros meses, y más aún los del ‘9’ que estaba llamado a marcar diferencias en la vanguardia.
El Real Zaragoza ha marcado 18 dianas en 21 jornadas –a una media de 0,85 por partido que está por debajo de la de encajadas– y Makhtar ‘Pape’ Gueye todavía no se ha estrenado con la elástica zaragocista en los 386 minutos, repartidos en 12 compromisos ligueros, que lleva disputados.
A ello hay que sumar el poco protagonismo que el canterano Iván Azón está teniendo esta temporada a causa de las persistentes lesiones, y que la contribución anotadora del resto de atacantes, con excepción de los seis goles de Giuliano Simeone, el mejor activo ofensivo del equipo, también está siendo bastante escasa.
Entradas y salidas
Solo Valentín Vada, con tres dianas, exhibe efectividad desde la segunda línea. Tras él, Víctor Mollejo y Sergio Bermejo apenas suman un tanto cada uno. Contribución exigua. Como exigua está siendo la participación de jugadores como Jairo Quinteros, Daniel Lasure, Carlos Nieto, Miguel Puche, Carlos Vigaray, Radosav Petrovic e incluso Manu Molina, que ha pasado de ser titular indiscutible a las órdenes de JuanCarlos Carcedo a apenas entrar en los planes de Fran Escribá.
El director general zaragocista, Raúl Sanllehí, encargado de mover el área deportiva a la espera de la llegada de un nuevo responsable de este área, ya se está moviendo para dar salida a varios de estos nombres y, de esta forma, hacer hueco en la plantilla para la incorporación de los refuerzos –uno o dos, según las palabras pronunciadas por Jorge Mas en la Junta de Accionistas celebrada el 10 de diciembre– que en teoría vendrán a lo largo del mes de enero.
Estas son unas vacaciones con deberes. Para la dirección y para una plantilla que volverá al trabajo el martes 27. Para los encargados de mejorar los recursos que gestiona Escribá y para un técnico que, declarándose «optimista por naturaleza», confía en que el Real Zaragoza encuentre la regularidad que le haga crecer durante la segunda vuelta. Empezando por el partido que abrirá el año 2023 el próximo 8 de enero, en el estadio de La Romareda y frente al Mirandés.
