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Albacete-Real Zaragoza: una revolución infructuosa

Tres partidos en una semana obligan a Escribá a dosificar a su plantilla. Sin embargo, los siete cambios introducidos por el técnico apenas varían el pobre registro futbolístico del equipo.

Partido Albacete-Real Zaragoza, en el estadio Carlos Belmonte.
Partido Albacete-Real Zaragoza, en el estadio Carlos Belmonte.
Josema Moreno - LOF

Hasta siete cambios introdujo este martes Fran Escribá en el Carlos Belmonte de Albacete: Larrazábal, Francés, Fuentes, Zapater, Molina, Eugeni y Gueye fueron los siete rostros nuevos que empleó el técnico respecto al último encuentro ante el Ibiza. Sin embargo, esta revolución, obligada por los tres encuentros que afronta en una semana el Real Zaragoza, apenas modificó el registro futbolístico que viene ofreciendo el conjunto aragonés este curso. Fue un partido malo, de fútbol pobre, en el que tardó casi una hora (56 minutos) en manchar los guantes de Bernabé Barragán, guardameta del cuadro manchego que apenas vio comprometida su portería durante los 90 minutos.

Alberto Zapater, capitán del equipo y una de las novedades en la formación titular, fue el encargado de firmar el primer disparo visitante en la fría noche de Albacete. Hasta ese momento, el Zaragoza -como su rival- se manejó con aparente comodidad en un partido de escaso interés para el espectador. Durante muchas fases del choque, ambos conjuntos parecían haber firmado un pacto de no agresión, sin que ninguno inquietara con excesivo peligro el marco rival.

Todavía con el agradable sabor de la victoria en el paladar, después del agónico triunfo del pasado sábado ante el Ibiza en el tiempo añadido, el equipo de Escribá jugó a no perder el punto. Agazapado atrás, sin demasiada fluidez en ataque, apenas dispuso de ocasiones manifiestas de gol. Una de las más claras estuvo en la cabeza de Gueye, otro de los cambios en el once, que pudo adelantar al Real Zaragoza en una buena doble ocasión. Primero remató con fuerza un buen centro lateral, pero el rechace de Barragán, que le cayó en los pies, evidenció que el delantero senegalés tiene infinito más peligro por arriba que por abajo. Para algo mide 195 centímetros...

Eugeni, el hombre que patrocinó el milagroso gol de Bermejo ante el Ibiza con una sobresaliente asistencia, lo intentó, pero estuvo muy lejos de su mejor versión. Fruto de este desacierto, fue uno de los primeros en abandonar el campo con la triple sustitución que realizó Escribá en el 77.

Un viaje al 2017

Por momentos, el encuentro de esta noche en Albacete supuso un viaje al pasado para más de un aficionado. Concretamente, al 16 de diciembre de 2017. Aquel día, con Natxo González en el banquillo, el Real Zaragoza firmó un partido muy similar en un escenario idéntico y ante el mismo adversario. También empató sin goles y, curiosamente, Escribá calcó la hoja de ruta empleada ese día por el preparador vasco, que modificó siete futbolistas del once titular respecto al último choque. Ratón, indiscutible actualmente para Escribá como relevo de Cristian Álvarez, fue entonces titular por otra lesión del argentino. También se asomaron por el once Benito, Mikel González, Guti, Ros, Pombo y Toquero. Fue todo muy parecido, solo que este martes ningún central visitante estrelló el balón en el larguero como sí hizo Grippo en 2017.

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