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El juvenil del Real Zaragoza, 'sparring' disfrazado de Eibar en el partidillo de los jueves

Carcedo ha preparado sus habituales matices tácticos que pondrá en juego el lunes frente a los eibarreses en La Romareda en un singular ensayo con fútbol de verdad ante el equipo de Garcés en la Ciudad Deportiva.

Eugeni, Francho y Simeone, en el calentamiento del entrenamiento del Real Zaragoza en la Ciudad Deportiva.
Eugeni, Francho y Simeone, en el calentamiento del entrenamiento del Real Zaragoza en la Ciudad Deportiva.
Francisco Jiménez

El juvenil de División de Honor del Real Zaragoza fue este jueves el 'sparring' del primer equipo en un partidillo de ensayo que programó Juan Carlos Carcedo para introducir, con fútbol real, los matices tácticos que el técnico riojano siempre aporta en cada jornada. Por eso, el equipo que dirige Javier Garcés, el tercero en el escalafón de la entidad zaragocista, se ha disfrazado de Eibar, el próximo rival de los aragoneses, para asemejar el simulacro lo más posible a lo que se espera que suceda el lunes en La Romareda a partir de las 21.00. 

Tras la rueda de prensa de Azón y los 15 minutos de rigor abiertos para los medios de comunicación, justo cuando iba a comenzar este partidillo de los jueves (que esta semana se puede jugar por ser larga, de 9 días entre partido y partido) los periodistas han sido invitados a abandonar las instalaciones de la carretera de Valencia. Apagón total, como cuando se codificaba el ya desaparecido Canal + en el mismo momento del pitido inicial del árbitro...

Solo se ha podido ver con certeza la composición del primer once inicial, el de la primera parte (ha habido dos diferentes, con el descanso como frontera de partición). Ahí, Carcedo a puesto en el campo a Ratón; Larrazabal, Quinteros, Petrovic (como central), Nieto; Zapater, Francho; Puche, Eugeni, Azón; y Gueye

Por mera deducción, se consideró que, para el formato del equipo del segundo tiempo, quedaban el resto: Cristian Álvarez; Gámez, Lluís López, Jair, Fuentes; Grau, Molina; Bermejo, Vada, Mollejo; y Simeone. O sea, el once inicial de los tres últimos partidos, el de los dos brillantes y balsámicos triunfos ante la Ponferradina y el Sporting de Gijón y... el del batacazo del sábado último en Miranda de Ebro.

Pero Carcedo no hizo dos onces diferentes para este entrenamiento. Al contrario, reservó sin jugar a este segundo bloque en su gran mayoría de componentes. Otra lectura. Quizá más contundente incluso que si hubiesen llevado a cabo la segunda mitad ante los juveniles. De hecho, sobre el once primero, solo hubo tres cambios durante la mañana, después del intermedio. Vigaray entró por Eugeni; Lasure por Quinteros; y Mollejo por Francho. 

El resto, los titulares de lo más reciente de la competición, trabajaron a su aire, al margen de este partidillo. A, todavía, cuatro días del choque ante el Eibar, ubicado por La Liga el último de la jornada 8 en la noche del lunes, Carcedo sigue gravitando sobre su plan básico en este inicio de temporada, en el que tiene al equipo en el puesto 17º, con 8 puntos de 21 disputados y con solo 4 goles a favor en siete jornadas. Se esperan cambios, nuevas ideas, alguna mutación que ayude al Real Zaragoza a gobernar los partidos en el marcador, a jugar en ventaja, a anotar goles con mayor facilidad, a ganar con solvencia... El técnico está en esa fase de maduración de las cosas. 

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