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Carcedo agitará el once del Real Zaragoza en Ponferrada

El técnico prepara numerosos cambios, algunos de ellos obligados y otros inducidos por la necesidad de mejorar el juego exhibido ante el Lugo.

Carcedo dirige el entrenamiento, con Giuliano y Mollejo.
Carcedo dirige el entrenamiento, con Giuliano y Mollejo en imagen.
Oliver Duch

Juan Carlos Carcedo revolucionará el once del Real Zaragoza Ponferrada. Lo ocurrido el pasado domingo ante el Lugo, sumado a la más que probable baja de Alejandro Francés y al regreso de Jaume Grau tras sanción, llevarán al técnico riojano a introducir un buen número de cambios (entre cuatro y cinco) en la alineación titular.

Son pocos los jugadores que tienen asegurada su presencia en El Toralín. Solo Cristian Álvarez, a pesar de su grave error, Fran Gámez, Jair Amador, Sergio Bermejo y Giuliano Simeone, la nota más positiva en lo que llevamos de liga, parecen consolidados. El resto, incluidos jugadores de su confianza como Manu Molina, podrían saltar del equipo en la visita a tierras leonesas.

La apuesta por el cambio de sistema (del 4-1-4-1 se pasó al 5-4-1) salió mal, y lo lógico es que Carcedo regrese a sus orígenes, al planteamiento que mejor resultado le dio en los primeros compromisos ante equipos de la talla de Las Palmas y Levante.

Así, la defensa volvería a estar integrada por cuatro hombres, entre los que no figurará Francés. El recién renovado canterano sufrió un fuerte golpe en el codo el pasado domingo, y este jueves va a ser sometido a pruebas médicas en Madrid.

En principio, su ausencia será cubierta por Lluís López -ya entró en la alineación frente al Lugo-, siempre y cuando Carcedo no se decante por hacer debutar a un Jairo Quinteros que, por la escasez de minutos que arrastra de su etapa en el Inter de Miami, necesita un periodo de rodaje.

Distinto es el caso de Gabriel Fuentes. El colombiano fue contratado como titular, para suplir la indeseada marcha de Pep Chavarría, y el pobre rendimiento ofrecido por Carlos Nieto en el último partido ante el Lugo debería acelerar su entrada en el equipo como dueño del flanco izquierdo.

Por delante, Jaume Grau tiene prácticamente garantizado regresar al once de Juan Carlos Carcedo tras cumplir periodo de sanción, y está por ver quiénes le acompañarán en un centro del campo que debe tener más empaque, más dominio, que el ofrecido en los compromisos recientes.

Contra el Lugo, durante muchas fases del encuentro Manu Molina se convirtió en una figura casi intrascendente, incapaz de romper líneas y asegurando en demasía cada balón que pasaba por sus botas. Y tampoco Eugeni ni Francho ejercieron el liderazgo que requiere el puesto de interior.

Durante la primera parte, a pesar de ser muy superior, el Real Zaragoza tuvo mucha pelota en zonas triviales. Hizo un fútbol lento, previsible, que solo cambió de ritmo cuando pasó por las botas del enérgico Simeone, que este domingo (18.30/Movistar La Liga) podría volver a caer a banda si Carcedo se decide por introducir a Pape Gueye como delantero centro.

Al equipo le urge que el senegalés se aclimate y empiece a hacer goles. Más aún, teniendo en cuenta que Iván Azón, que ayer volvió a entrenarse en el gimnasio de la Ciudad Deportiva al margen del grupo, todavía tardará en recuperarse del edema óseo que padece en la rodilla izquierda y que está requiriendo un tratamiento especial.

Por detrás de quien ejerza de punta de lanza se situará Sergio Bermejo, ubicado en la banda derecha aunque con libertad para irse hacia dentro y jugar entre líneas. El madrileño, cuya renovación está sellada y la espera del anuncio oficial, compite por un puesto con Víctor Mollejo y Miguel Puche, pero parece improbable que estos últimos partan de inicio en Ponferrada.

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