Uno de los puntos abordados en profundidad en la comparecencia de Raúl Sanllehí y Miguel Torrecilla este martes, en el análisis del mercado veraniego, ha sido la marcha de Pep Chavarría. El director general ha reconocido que fue una salida “no deseada”, pero la “fuerte presión” del lateral obligó al club a ceder y dejarle firmar por el Rayo Vallecano.

“Al inicio del verano le dije que por mucho que insistiera no le íbamos a dejar salir. Yo era un abanderado de su continuidad y le expliqué que nuestra idea que llegase a Primera División con el Real Zaragoza, pero al final la presión fue tan alta que no tuvimos otra opción”, ha explicado Sanllehí, que antes de la firma del traspaso mantuvo otra extensa charla con Chavarría.

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“Estuvimos más de dos horas hablando en mi casa para tratar de convencerlo pero no fue posible. Entonces me dirigí a Miguel -por Torrecilla- para comentarle que, si había opción de contratar algún jugador que cubriera su puesto, le dejábamos salir. Y cuando tuvimos atado a Fuentes, cerramos lo de Chavarría”, ha ahondado Sanllehí, diferenciando la situación del jugador catalán, cuya continuidad era “prioritaria”, a la de Juanjo Narváez.

El director general ha aclarado que el colombiano había tenido distintas ofertas de Segunda División durante el verano que ni siquiera fueron escuchadas, pero la llamada del Valladolid a última hora lo cambió todo. “No era un jugador imprescindible. La evolución de Puche está siendo satisfactoria, confiamos en él, y entendimos que Narváez podía salir. Más aún, teniendo en cuenta la presión que también ejerció el jugador, que, contra lo que se ha dicho, no salió a coste cero”, ha añadido Sanllehí.