Real zARAGOZA-GIRONA

No es un partido cualquiera

El Zaragoza recibe al Girona en la primera tarde de fútbol en La Romareda tras el cambio accionarial.

Jim, habla con la plantilla antes del inicio del entrenamiento.
Jim, habla con la plantilla antes del inicio del entrenamiento.
Oliver Duch

El de este domingo no es un partido cualquiera. Es el primero de una nueva etapa. Tras varios meses de incertidumbre, el zaragocismo ya le pone nombres a los encargados de manejar el futuro del club. Los aficionados acudirán esta tarde a La Romareda sabiendo que hay un proyecto; sabiendo que hay personas que han asumido el reto de devolver al Real Zaragoza al lugar que merece.

La llegada de los nuevos propietarios, con Jorge Mas a la cabeza, augura cambios sustanciales en la estructura deportiva, pero los que ahora están todavía tienen mucho por hacer. Empezando por confirmar la salvación, requisito indispensable para que se produzca la entrada de estos inversores, y terminando por apurar las opciones de trepar a la parte alta de la clasificación.

Aunque el ‘play off’ sigue estando lejano, semana tras semana se incide en las opciones matemáticas de alcanzarlo. Jim y sus hombres no se quieren aburrir. Y tampoco quieren aburrir a una Romareda que, tras el inestable comienzo de temporada, está viendo a un equipo fiable en las últimas jornadas.

El Real Zaragoza acumula seis choques sin perder en casa, pero necesita algo más que los empates recientes para reengancharse a la pelea de arriba; necesita enlazar varias victorias consecutivas y que los rivales directos -ese elenco de nueve equipos que hay en apenas seis puntos de distancia- fallen.

El objetivo es complicado. Mucho más, teniendo en cuenta el bloque que este domingo (16.00/Vamos) visita la capital aragonesa, un Girona que cuenta por victorias sus últimos cinco compromisos ligueros y dispone de una de las plantillas más completas de la Segunda División.

Los de Míchel todavía confían en el ascenso directo. Y esa espectacular racha de resultados, en la que superaron de forma consecutiva al Oviedo (2-1), Las Palmas (1-3), Ibiza (5-1) y Almería (0-1) y Málaga (1-0), pone en jaque a los primeros clasificados, al Eibar y al Valladolid, y también a un Juan Ignacio Martínez obsesionado con frenar la versatilidad del ataque gerundense.

El entrenador zaragocista cuenta con las bajas confirmadas de Carlos Vigaray y Jaume Grau, y las más que probables de Francho Serrano, al que difícilmente forzará, y Radosav Petrovic, aquejado de una dolencia lumbar que le hizo perderse los últimos entrenamientos de la semana.

Sí estarán Juanjo Narváez, ya recuperado de su rotura en el aductor, y un Valentín Vada que, teniendo en cuenta las bajas que Jim acumula en el centro del campo, apunta a repetir junto a Zapater en el doble pivote de un dibujo en 4-4-2 como el que ya presentó Jim en Tenerife.

La duda de Samu Saiz

Míchel, por su parte, recupera a Aleix García y Santi Bueno, que tras cumplir un partido de sanción podrían jugar de inicio. El preparador madrileño podrá contar también con Ramon Terrats, pero no con los lesionados Ibrahima Kébé y Sarmiento, ni el sancionado Borja García.

Está por ver cómo actúa el técnico con Samu Saiz, tras el encontronazo que tuvieron en el reciente compromiso ante el Málaga. Míchel cambió al centrocampista en el minuto 36 de juego y este le llamó "payaso" tras lanzar la camiseta al suelo. Un gesto que puede abrirle las puertas de la titularidad a Iván Martín en el sistema 5-2-2-1 que suele presentar el Girona.

Arriba, la duda está en si Míchel apostará por Stuani, quien tiene un especial idilio con el Real Zaragoza, o Nahuel Bustos, autor de cinco tantos en los últimos cuatro partidos disputados.

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