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Diez jornadas, las últimas, en tierra de nadie: reto a la conducta del Real Zaragoza

La derrota en Cartagena combinada con los puntos sumados arriba por Girona y Ponferradina convierten el anhelo por la promoción en utopía. Con el descenso alejado, el equipo afronta el final de la liga sin alicientes.

Más de medio centenar de seguidores zaragocistas se desplazaron el sábado hasta Cartagena, a 600 kilómetros de distancia, para ver in situ la decepcionante actuación del equipo y su derrota por 3-0.
Más de medio centenar de seguidores zaragocistas se desplazaron el sábado hasta Cartagena, a 600 kilómetros de distancia, para ver in situ la decepcionante actuación del equipo y su derrota por 3-0.
Pascual Méndez/LOF

Se ha quedado el Real Zaragoza en tierra de nadie a falta de 10 jornadas para el final de la liga. Lejos de todo. La derrota de Cartagena este sábado, goleada y fea actitud incluida, ha descrito con muchos matices lo que se viene encima de aquí a finales de mayo, cuando la liga se acabará. 

Por un lado, el equipo aragonés se halla con pocas hechuras, ninguna incluso,  para aspirar a la sexta plaza, si es que los que ahora están viviendo por esas alturas llegasen algún día a flaquear (y son más de dos y tres), que es mucho suponer. Y, por el otro, el de las arenas movedizas de la zona baja, una vez huidos del peligro real de las plazas de descenso gracias a las cuatro victorias consecutivas vividas a caballo de febrero y marzo, todo parece estar solucionado, con un margen de seguridad difícilmente remontable por los cuatro que tienen pinta de irse a la categoría inferior a dos meses vista. 

La cara A de este disco es la que más araña la moral de la tropa zaragocista. Después de ganar cuatro partidos en cadena, quien más y quien menos se llegó a ilusionar con una reacción postrera en el campeonato que pudiera dotar de estímulos bonitos al esprínt final del torneo. Por eso duele lo de Cartagena. Por el qué y por el cómo. Y, además, porque el Girona ganó 5-1 al Ibiza y se va a 10 por encima de los zaragocistas y, el otro 'alcanzable', la Ponferradina, puntuó con el líder Eibar, empatando 2-2 (después de ir ganando los bercianos por 2-0) y aumenta a 9 la diferencia con los de Jim. Con los modos de jugar al fútbol del actual Real Zaragoza y viendo la manera de desenvolverse de gerundenses y leoneses, ciertamente es una utopía soñar con echarles el guante. Es cuestión de sentido común. Nada más. Es una pena, pero esta plantilla 21-22 no está para aspirar a un puesto en Primera, ni por asomo. Nunca lo ha hecho desde agosto.

La cara B, la de la elusión del descenso, es ciertamente la noticia más feliz después de siete meses de vía crucis entre los puestos 17 y 21, pues no hay que olvidar que la mayor parte del tiempo el Real Zaragoza ha vivido ahí por su falta de goles y de triunfos desde agosto hasta mitad de febrero. Si Cartagena ha despertado a los más optimistas de su dulce sueño, también esta jornada 32 dota de valor lo logrado por los de Jim en las cuatro precedentes, ganando a Las Palmas, Sporting de Gijón, Almería y Fuenlabrada y dejando solucionados sus riesgos de despeñamiento, en buena mezcla con los marcadores de los rezagados. 

Porque los que podían dar caza se han atascado para su mal futuro: la Real Sociedad B cayó 1-3 en casa con el Mirandés en un duelo directo y se le desbarata así su reacción amenazante del mes anterior. El Amorebieta patinó en Bilbao al no pasar del 0-0 ante el ya deshauciado Alcorcon. Solo el Fuenlabrada ganó (1-0 al catatónico Málaga de Nacho González, nuevo candidato a sufrir), pero sigue muy lejos del Zaragoza. Son 12 los puntos que sacan los de Jim a la zona roja que marca el filial realista .Y 13 al Fuenla. Y 15 al Amorebieta. Esto, en 10 jornadas (30 puntos restan por dirimirse), es casi imposible de enjugar. El peligro es ya mínimo, casi inexistente. 

Orgullo, respeto y... dinero

Así , en esta atmósfera, llegan los diez últimos partidos. En casa ante Amorebieta, Girona, Burgos, Alcorcón y Lugo. Fuera, pespunteados uno sin otro con estos citados, ante Tenerife, Huesca, Eibar, Oviedo y Real Sociedad B. En ellos, desechando las cuestiones mayores de optar al ascenso y de sufrir por el descenso, el Zaragoza de Jim se juega su orgullo, el respeto a unos colores y una afición sin par y... dinero, bastante dinero. 

Porque no es lo mismo quedarse 7º, 8º o 9º el último día que hacerlo el 16º, 17º o 18º. La Liga da premios en metálico hace años para incentivar este tipo de circunstancias. 

Este es, pues, el reto de los muchachos zaragocistas de esta era 21-22 y de su cuerpo técnico y demás auxiliares del día a día: no faltar a una historia, no dejarse llevar por la desgana, no pensar en que el año que viene será otro y tal vez lejos de aquí. No es el Real Zaragoza ni Zaragoza como ciudad y plaza futbolera un sitio para dejarse ir durante dos meses. Aquí canta mucho el pasotismo y difícilmente se tolera. Juan Ignacio Martínez 'Jim' ya lanzó una andanada en la sala de prensa de Cartagonova a su tropa. Y se supone que, entre bambalinas, Miguel Torrecilla hará lo propio .

Los agentes y representantes de los chicos deberán tenerlo muy en cuenta asimismo. La liga puede estar cuasi acabada, en los grandes trazos, para los de Jim. Pero en el detalle, les conviene ser meticulosos para evitar máculas indelebles en su conducta. Por ejemplo, lo de Cartagena, conviene que no se repita, ni por aproximación. No hay que ir más lejos para exponer un paradigma de lo que no sería permisible en el entorno. De la paz espiritual por haber salvado un año complicado al absentismo puede haber un paso. Mejor no darlo. 

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