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Fran Gámez restaura la defensa

El regreso del valenciano al lateral derecho en Leganés devolverá a Francés a su posición ideal.

Foto del partido Real Zaragoza-Real Valladolid, correspondiente a la jornada 24 de Segunda División
Foto del partido Real Zaragoza-Real Valladolid, correspondiente a la jornada 24 de Segunda División
Oliver Duch

El Real Zaragoza prepara ya el partido del próximo viernes contra el Leganés (21.00/La Romareda) sobre la base de la defensa más reconocible de la temporada. Juan Ignacio Martínez ya tiene disponible a Fran Gámez después de que el futbolista valenciano haya estado al margen de la actividad en la Ciudad Deportiva durante los últimos diez días y se perdiera las citas contra el Ibiza y el Málaga.

Su retorno al lateral derecho permitirá al entrenador restaurar el orden natural de una línea muy debilitada en defensa y en ataque en los últimos partidos con el desplazamiento de Alejandro Francés de su posición ideal, arrancándolo así del eje de la zaga, neutralizando sus principales virtudes al instalarlo en el lateral derecho y ubicando como central a Lluís López, presente en las fotografías de dos de los últimos tres goles encajados por el Real Zaragoza.

Si algo ha caracterizado al equipo aragonés ha sido la estabilidad de su defensa, última línea de protección de un conjunto, en general, competitivo en esta faceta en la mayoría de tramos de la temporada. El problema del Zaragoza no es su insuficiencia defensiva, más allá de ciertos deslices puntuales con un alto coste en forma de gol, como el protagonizado por Petrovic y Lluís López el pasado sábado contra el Málaga.

La normalidad de su defensa se ha visto alterada, fundamentalmente, por las ausencias internacionales de Francés o las bajas de Fran Gámez. Más allá de eso, la figura de la retaguardia del Real Zaragoza se ha mantenido regular: el lateral derecho para Fran Gámez, el central derecho para Francés, el central izquierdo para Jair Amador y el lateral izquierdo para Pep Chavarría.

Cuando este statu quo se ha quebrado por diferentes contratiempos, el Zaragoza se ha resentido atrás. No tanto en resultados o peores cifras de goles recibidos (por ejemplo, con Francés en el lateral derecho, el Zaragoza ha ganado un partido, ha empatado cuatro, perdido uno, marcado seis goles y encajado siete, números dentro del promedio general del equipo en la temporada); sino más bien su funcionamiento defensivo y en la compostura de la línea.

Hasta ahora, Juan Ignacio Martínez ha tratado de subsanar la baja de Gámez cuando ha tocado con el traslado de Alejandro Francés ante la ausencia de un recambio natural en la primera plantilla que no sea la apuesta por el canterano Ángel López (Vigaray está lesionado por un periodo indefinido). Esta maniobra repercute directamente en dos posiciones: el lateral derecho y el central derecho. El Zaragoza, pierde así, realmente, con la baja de un hombre, dos puestos habituales, afectando a las relaciones de juego, mecanismos internos y referencias posicionales de los jugadores de esa línea u otros ceranos. Lo nota Jair, pero también Francho, también el pivote defensivo de turno… El zarandeo de una simple rama mueve todo el árbol.

Sin Gámez, en una cuestión que el propio Jim ha reconocido en algunos momentos del curso, el Zaragoza pierde ‘punch’ y profundidad en la banda derecha. No solo se abre un problema defensivo con su baja, sobre todo se genera uno ofensivo. Gámez, por su timing y entendimiento del juego ha sido un engranaje esencial dentro del limitado repertorio de mecanismos colectivos de ataque del Zaragoza de Jim. Por eso, sin él, aun sin ser un lateral derecho diferencial en pase, asistencia o centro, el Zaragoza ataca peor, porque Gámez estira al equipo cuando toca o lo asienta en campo rival cuando corresponde, sobre todo, cuando se asociaba con Eguaras, el jugador que mejor le interpretaba y activaba. Con Francés en el lateral derecho, el Zaragoza pierde todas esas cualidades ofensivas. Es otro perfil, competente en la posición a la hora de defender, pero más limitado a la hora de atacar y hacer atacar al equipo. 

Por si fuera poco, el Zaragoza, además de perder a Gámez en su zona fuerte, pierde también a Francés en la suya, pues su relevo Lluís López está lejos del talento y capacidad defensiva del canterano en la región central. Uno de los aspectos en los que más lo nota el Zaragoza es en el sentido de su defensa: Francés defiende hacia adelante por su intuición, rapidez, anticipación y lectura, mientras que Lluís López recula demasiadas veces a destiempo. Eso da metros y tiempo al atacante y habilitó goles como el de Castel para el Ibiza o el de Antoñín para el Málaga.

El Zaragoza necesita a Gámez en la derecha para atacar mejor y a Francés en el centro para defender mejor. El regreso del lateral valenciano contra el Leganés ensamblará la piezas defensivas de acuerdo a su lógica. 

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