Estos son los nuevos rivales del Real Zaragoza en Segunda División

La Segunda División de la nueva temporada le ha abierto la puerta del infierno a tres descendidos de Primera muy presentes en la etapa más reciente del Real Zaragoza y le ha abierto también las puertas del cielo a cuatro equipos ascendidos de Segunda División B a los que el equipo aragonés no tiene registrados en su historia.

El Zaragoza se reencontrará la próxima campaña con el Huesca, su vecino aragonés al que los tiempos y las circunstancias han convertido en rival habitual, con el Éibar, un clásico de la categoría que está de vuelta, y con el Valladolid, otro histórico de vida a medio camino entre Primera y Segunda que presentará el proyecto más ambicioso y económicamente musculado. Los tres son equipos -sus colores, sus estadios, sus historias, sus enfrentamientos…- bien conocidos por el Zaragoza y sus aficionados.

No es así tanto con los cuatro recién ascendidos, cuatro clubes que, además, se estrenan en el actual fútbol profesional con su vigente forma societaria y estatutaria. Amorebieta, Burgos CF, Real Sociedad ‘B’ e UD Ibiza son rivales inéditos en la vida del Real Zaragoza, aunque la historia de cada cual contiene matices, precedentes y vestigios de algunos duelos del pasado.

El nombre más reconocible de todos es el de Burgos CF. El Zaragoza se ha enfrentado en Primera División a dos Burgos, pero ninguno de ellos es el actual club. El fútbol en la ciudad de Burgos, desde comienzos de los 80, ha vivido en un laberinto en el que se han entrecruzado diferentes equipos. El histórico fue el Burgos CF, un equipo que se habituó a la Primera División en los años 70, con seis temporadas en las que fue rival frecuente del Zaragoza. Aquel proyecto saltó por los aires cuando bajó a Segunda a comienzos de los 80. Descendido a Segunda B por cuestiones administrativas e impagos en 1982, apenas duró unos meses antes de su desaparición. Se decidió al mismo tiempo desvincular a su filial de la estructura del club, el Burgos Promesas, y refundarlo como Real Burgos, manteniendo su plaza en Tercera pero sin ya el lastre de las deudas. Este Real Burgos ascendería a Primera y sería adversario del Zaragoza entre 1990 y 1993. Era el Burgos de camiseta roja y pantalón blanco, de Díaz Novoa en el banquillo, los porteros Miguel Bastón (el padre de Borja) y Elduayen, los balcánicos Barbaric y Juric, el rumano Balint y otros como Joseba Aguirre o Loren. A este Burgos le sucedió algo parecido al anterior: al descender, los problemas societarios y económicos derivados de su conversión a SAD lo pusieron en causa de liquidación. Fue condenado, por su volumen de deuda, a 15 años de inactividad y desapareció. Burgos se quedó sin fútbol, hasta que el actual club resurgió en Regional en 1994. Renació como una refundación del Burgos CF original y como aquel, aunque inactivo, no había sido formalmente liquidado, tomó sus símbolos. Después de dos décadas intensas y convulsas, con incluso un breve paso en 2001-2002 por Segunda (sufrió un descenso administrativo, otro, ese año), el Burgos CF ha vuelto al fútbol profesional, así como su estadio, el célebre El Plantío.

Su caso, aunque no es comparable, tiene puntos de conexión con lo ocurrido en el fútbol de Ibiza. El nuevo UD Ibiza, el proyecto impulsado por Amadeo Salvo -expresidente del Valencia- y que tiene al zaragozano Fernando Soriano ahora como director deportivo- apenas tiene seis años de vida. Desde 2015, ha ido ascendiendo por las catacumbas del fútbol español hasta presentarse en Segunda. Será un rival inédito para el Zaragoza, aunque el equipo aragonés sí jugó un partido oficial contra el vestigio de este Ibiza, la Sociedad Deportiva Ibiza. Fue en la Copa del Rey de la temporada 75-76, en la primera ronda, cuando los baleares militaban en Tercera División. Ganaron al Zaragoza 2-1 en la ida, pero, en La Romareda, los aragoneses sacudieron un 5-0 con cuatro goles del Lobo Diarte. Aquel Ibiza murió en 1997 por los problemas económicos. Se encadenaron varios intentos de reimpulsar el fútbol en la isla (Club Esportiu Eivissa, Societat Esportiva Ibiza-Eivissa, Unión Deportiva Ibiza-Eivissa), hasta que en 2015 se fundó el actual club, la Unión Deportiva Ibiza, después de saldar una deuda de 60.000 euros de la antigua entidad para asumir su nombre. Juega en el campo de Can Misses, de césped artificial.

Otro de los nuevos rivales del Zaragoza será la Real Sociedad ‘B’. Jugará sus partidos en las instalaciones de Zubieta, bajo las órdenes de Xabi Alonso. Es un filial inédito de los aragoneses en una trayectoria en Segunda en la que en los últimos años le ha enfrentado a otros equipos de cantera como el Castilla, el Barcelona Atlético, el Sevilla Atlético o el Bilbao Athletic. La Real Sociedad ‘B’ se estrena en actual el fútbol profesional, aunque sí jugó en Segunda División dos temporada entre 1960 y 1962, cuando descendió por el descenso del primer equipo. Entonces, como durante muchos años, se denominaba San Sebastián, popularmente ‘Sanse’, adversario habitual en Segunda B del Deportivo Aragón o de otros históricos clubes aragoneses como el Endesa Andorra, el Fraga, el Barbastro o el Huesca.

Más frecuente rival de estos equipos ha sido siempre también el Amorebieta, el recién ascendido más sorprendente de la temporada. Clásico del fútbol vasco, el club vizcaíno, del Duranguesado, ha saltado a Segunda División por primera vez. Es la cuna en la que nació al fútbol el mítico Carmelo, el padre de Andoni Cedrún, un equipo con su ecosistema histórico en Tercera o Segunda B, que juega en el coqueto estadio de Urritxe y que ha ascendido con una plantilla de jugadores arraigados en la tierra -solo cuenta con jugadores del ámbito vasco, siguiendo así la filosofía del Athletic-. De una ciudad con poco menos de 20.000 habitantes y un presupuesto el pasado curso de 700.000 euros, será rival del Real Zaragoza por primera vez.