Vallecas, exigente obligación para el Real Zaragoza este viernes

El Real Zaragoza vuelve a abrir jornada esta noche de viernes, en ese horario del neofútbol que ubica partidos de liga de Segunda División a las 21.00 en cuanto es posible. Lo hace en Madrid, en el singular campo del Rayo Vallecano, el más pequeño en dimensiones de terreno de juego del fútbol profesional. Una cita en la que va a enfrentarse a uno de los gallos de la categoría, un equipo con buen sostén económico en su techo salarial de su plantilla que lleva casi toda la temporada en posición de promoción de ascenso a Primera División, respondiendo a su papel.

Son palabras mayores para el Real Zaragoza del presente, tan agobiado en los fondos abisales de la clasificación, al que ganar solo le supone, cuando lo hace, una dosis de oxígeno puro equivalente a una botella de buzo, que se gasta con una celeridad tremenda y le pide, el fin de semana siguiente, otra dosis para no ponerse morado, cianótico, y acabar cercano al colapso en una clasificación que está igualada en grado extremo en su parte final. No ha logrado puntuar el Zaragoza de este año en ningún viaje a campos de este perfil, de esta condición. Perdió 2-0 en Barcelona ante el Espanyol, otro coco. Y lo hizo por 1-0 en Almería. Derrota mínima que también se dió en Leganés y Gijón. 

Con los favoritos, cuando se acude a sus estadios, este Real Zaragoza se ha venido mostrando incapaz una vez tras otra de, siquiera, arañar un punto de calderilla. Y, además, no hay manera de que marque un gol, su grave enfermedad de este curso. Y no solo eso. Es que, dentro del elenco de perseguidores de las plazas de promoción, también visitó ya los estadios de la Ponferradina y el Mirandés, séptimo y octavo. Y en ambos capotó asimismo. Por 2-1 en Ponferrada y por el manido 1-0 en Miranda de Ebro.

Así que el reto de esta noche de viernes en Vallecas es de órdago a la grande. El zaragocismo está desde septiembre a la espera de ver a su equipo, por entonces favorito a repetir una liga en la parte noble de la liga de plata, ser capaz de obtener réditos en un partido a domicilio en casa de uno de los importantes. El asidero para pensar que quizá sea hoy el de la ruptura de este gafe mezclado con impotencia, al margen de la honda necesidad que tiene el Zaragoza por seguir sumando puntos sin cesar en una huida frenética del infierno que durará hasta el 31 de mayo, es que ese repertorio de fracasos a domicilio contra los ‘vips’ de la liga se acumuló antes de la llegada de Jim. Él no ha pisado este tipo de estadios hasta hoy. Es cuestión de fe, de ver si al alicantino se le da mejor la experiencia que a sus antecesores, Baraja e Iván Martínez.

El Rayo recibe al Real Zaragoza en una fase de crisis de resultados para los de Andoni Iraola, técnico fichado por los vallecanos tras su seductor año en Miranda con el único objeto de subir a Primera (el año pasado fracasaron los franjirrojos recién descendidos de la élite). Suman cinco jornadas seguidas sin hacerse con la victoria y, en Vallecas, no ganan desde Año Nuevo. Este frenazo ha hecho a los madrileños perder el hilo del ascenso directo por completo. Lo suyo es asegurarse un puesto en los llamados ‘play off’.

Por encima de alineaciones, de tácticas, de titulares o suplentes, del potencial de futbolistas rayistas que asusten más o menos (los Trejo, Advíncula, Bebé, Álvaro García, Pozo, Guerrero...), esta es una noche para escrutar al Real Zaragoza en duelos clave en estadios de alta dificultad. Sobre todo, porque faltan unos cuantos por visitar, con la vida en juego.