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El Zaragoza, obligado a comprar gol

El mercado de fichajes abre hoy sus puertas con el club aragonés necesitado de firmar pólvora ofensiva. La SAD negocia con la Liga el margen económico para acometer la necesaria reforma de la plantilla.

Christian Lapetra camina junto a Miguel Torrecilla en los aledaños de La Romareda.
Christian Lapetra camina junto a Miguel Torrecilla en los aledaños de La Romareda.
José Miguel Marco

El Real Zaragoza encara desde hoy mismo cuatro semanas absolutamente determinantes para su futuro. Este lunes abre su ventana el mercado invernal, un periodo de 29 días –cerrará el 1 de febrero– en el que los clubes de Primera y Segunda División pueden modificar las fichas de sus plantillas. La rendija para incorporar nuevos futbolistas le llega al equipo aragonés en un momento crucial del campeonato, instalado en la zona de descenso desde hace varias jornadas y con una necesidad acuciante de mejorar el nivel medio de su plantilla. Con lo que tiene actualmente en el vestuario, al Real Zaragoza solo le ha dado para vencer en tres de los 20 partidos que ha disputado –la cuarta victoria fue en los despachos frente al Alcorcón–. Números a todas luces insuficientes para mantener la categoría.

En este escenario, el del recién entrado 2021, es el mercado de fichajes de invierno más importante de la historia reciente de la SAD. Los motivos caen por su propio peso. La prioridad de la dirección deportiva en los próximos días es paliar el evidente déficit anotador del equipo, especialmente de la línea atacante. De los delanteros firmados en verano, apenas Juanjo Narváez está cumpliendo mínimamente con las cifras esperadas. El colombiano acumula cinco tantos, mientras que el resto de sus colegas de línea ofensiva aún no se han estrenado. Gabriel Fernández, Haris Vuckic, Luca Zanimacchia y ni Gaizka Larrazabal tienen el contador a cero. Tampoco Raí ha anotado. Adrián González acumula un solitario gol y, en cuatro ratos, el juvenil Iván Azón ya es el segundo máximo anotador con dos dianas –a la Gimnástica de Torrelavega en Copa del Rey y anteayer al Cartagena–.

Para acudir con las máximas garantías posibles a la ventana invernal, la entidad negocia en las últimas semanas con la Liga el margen salarial para firmar nuevos futbolistas. En este sentido, el club confía en contar con alrededor de 800.000 euros para acometer los necesarios retoques de la plantilla, a los que espera añadir un extra con las salidas. La primera, ya consumada hace unos días, fue la de Giorgi Papunashvili, que se desvinculó para firmar por el Apollon Limassol de Chipre. De momento, tras la publicación por parte de la liga de las normativas de techo de gasto para los clubes profesionales, el club aragonés se mueve en el rango de los 100.000 euros, margen que trata de aumentar.

El laberinto de los cedidos

Otra cuestión a abordar es el tema de los cedidos. Nada hay más difícil de gestionar en el fútbol moderno que la presencia de uno o varios cedidos en una plantilla si su rendimiento no es el adecuado. Las cláusulas de obligatoriedad y de penalización que los clubes propietarios de sus derechos introducen en los contratos de préstamo suelen transformar una cesión con mal resultado en un escenario difícil de gestionar para el receptor. Gabriel Fernández, Zanimacchia y Tejero conforman el elenco en el Zaragoza esta temporada. Celta, Juventus y Eibar son sus equipos matrices, respectivamente. Y, ante el insuficiente juego ofrecido por cada uno de estos futbolistas, llamados a ser piezas importantes y que están muy lejos de las previsiones, cualquier intento de derogar la cesión por iniciativa zaragocista es un problema de índole económica que puede terminar con los jugadores anclados en el vestuario hasta mayo, cualquiera que sea su rendimiento.

En estos meses previos, Baraja apostó de lleno por los tres cedidos y los mantuvo hasta el final de sus breves días. El juego deficiente de los tres hizo emerger en apenas mes y medio, tras la primera media docena de jornadas, los agravios que generaban los clausulados de sus contratos de préstamo que los empujan a la titularidad apartando a otros futbolistas propios que trabajan por la única vía de la meritocracia.

Después, Iván Martínez, el segundo técnico del curso, apostó por lo contrario. Visto el rendimiento de este trío de jugadores, acabó dejándolos en segundo plano y, entonces, los problemas surgieron por arriba, por el área ejecutiva, que advirtió de las sanciones que llueven por vía contractual si no son titulares o juegan un un mínimo de minutos cada día. Ahora, Juan Ignacio Martínez, de la mano del nuevo director deportivo, Miguel Torrecilla, hereda esta cuestión, volviendo a dar importancia a Fernández, Zanimacchia y Tejero. Torrecilla y Jim sueñan con una resurrección de este trío de futbolistas.

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