El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol, reunido en la tarde de este miércoles en Las Rozas (Madrid), cumplió finalmente con las previsiones y, entre sus acuerdos relativos a la última jornada de Segunda División, castigó con un partido de suspensión al central del Real Zaragoza Alejandro Francés tras la tarjeta roja que el canterano vio en el minuto 75 del partido ante el Oviedo en La Romareda el pasado viernes.

De este modo, los jueces de la primera instancia federativa no han tenido en cuenta las alegaciones remitidas por el departamento jurídico de la entidad zaragocista, en las que se solicitaba que se anulara cualquier sanción a Francés al considerar, con el aporte de una prueba videográfica, que lo que el árbitro -el catalán Ávalos Barrera- vio como golpeo con el brazo del balón al cortar un contragolpe del rival ovetense no era tal, sino un contacto de la pelota con la zona superior a la axila que, este año, está permitida por una pequeña matización del reglamento que se hizo llegar a los clubes en el final del verano.

A última hora de la noche del miércoles, en el seno del Real Zaragoza se consideraba seriamente no seguir adelante en este procedimiento y, por ello, no acudir ya al Comité de Apelación, dado lo rotundo de las explicaciones esgrimidas desde Competición. Parece una causa perdida y, de este modo, Francés cumplirá su castigo en Ponferrada y no estará a disposición de Iván Martínez hasta el miércoles próximo, en la siguiente jornada de liga -que está programada en días laborables- ante el Rayo Vallecano, que visitará La Romareda a las 21.00.

La expulsión de Francés es la tercera que sufre el Real Zaragoza en las primeras 11 jornadas disputadas por el equipo aragonés. Con anterioridad, otros dos canteranos abandonaron los partidos antes de tiempo: Nieto frente a Las Palmas y Nick Buyla en Alcorcón.