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Real Zaragoza: sin ensayos en equipo hasta el viernes

El equipo aragonés arrancó este lunes ayer la campaña 20-21 con unos test PCR de covid y durante tres días solo podrá entrenar de modo individual. El positivo del nuevo técnico, Baraja, obliga a un protocolo que mediatiza el trabajo.

Íñigo Eguaras es sometido al test PCR en la Ciudad Deportiva, en la mañana de este lunes.
Íñigo Eguaras es sometido al test PCR en la Ciudad Deportiva, en la mañana de este lunes.
Tino Gil/Real Zaragoza

El Real Zaragoza, inició ayer oficialmente la pretemporada de la campaña 2020-21. Era el día señalado para las pruebas médicas pertinentes en cada regreso vacacional tras el asueto veraniego en cada curso. Es decir, los electrocardiogramas, análisis de sangre y orina, medidas de los parámetros de grasa corporal... pero la realidad de las cosas derivó este reinicio de las rutinas del equipo zaragocista a una nueva serie de test PCR de covid-19. Una repetición fiel de esos episodios que en tantos días de junio, julio y primeros de agosto debieron pasar los jugadores, técnicos y auxiliares del club para concluir la pasada liga en circunstancias extraordinarias e históricas.

El motivo tiene su epicentro en el positivo por coronavirus del nuevo entrenador elegido por Lalo Arantegui para dirigir al Real Zaragoza en su octava temporada consecutiva en Segunda División, el vallisoletano Rubén Baraja, hecho que se desveló el pasado miércoles. A partir de ahí, se puso en marcha el estricto protocolo que rige en La Liga (LFP) y, con el técnico aislado en cuarentena en su domicilio zaragozano, lo mismo que sus más directos colaboradores José Rodríguez y Manuel Poblaciones –estos dos, negativos en todos los análisis por ahora–, el trabajo en lo sucesivo ha quedado mediatizado sin remedio.

De entrada, el Real Zaragoza ya sabe que esta semana se pierde, queda devaluada sin remedio en términos de trabajo global. Si lo natural hubiera sido que, desde hoy, la plantilla hubiese comenzado a ensayar ejercicios de fútbol puro, de táctica y métodos técnicos de los que pretende implantar a su llegada Baraja, el devenir de los acontecimientos ha llevado el guión al extremo contrario: hasta el viernes, como pronto, la plantilla está obligada a ejercitarse de manera individual, sin contacto entre sus componentes, sin pisar el vestuario. Algo que ya sucedió cuando, en medio del jaleo del final de la pasada liga, en el seno del Real Zaragoza surgió el positivo de Puado. Martes, miércoles y jueves se van al limbo, por lo tanto. Mucho más si se tiene en cuenta que ni Baraja, ni sus directos ayudantes Rodríguez y Poblaciones, podrán estrenarse en sus puestos de mando. Este obligado cambio de paso es un inconveniente serio para el estrecho margen de tiempo con el que cuenta el Real Zaragoza para cambiar el chip de la accidentada y adulterada temporada pasada e instalar en su cerebro el nuevo escenario.

Porque, tras la incalificable demora de casi tres semanas para acometer la promoción de ascenso –por causas ajenas a la voluntad de los zaragocistas–, las vacaciones de los futbolistas han sido de tan solo 15 días, dos semanas. Es decir, no han cumplido con el convenio firmado por el sindicato AFE, el vigente, que dice que han de ser, como mínimo, de 21 días, tres semanas.

Y, en tiempos reales acumulados, equipos como el Real Zaragoza –también los otros que jugaron los ‘play off’ y, en Primera, los que jugaron en Europa hasta la fase final– van a tener hasta tres semanas menos de entrenamientos que el resto en su intervalo entre temporada y temporada (la mayoría de clubes concluyeron el 20 de julio y se fueron de vacaciones). Y todo esto, gracias a que La Liga decició y anunció que estos damnificados se reengancharán al nuevo torneo en la tercera jornada, la que se jugará el fin de semana del 26 y 27 de septiembre, mes que nace hoy.

Kagawa, único ausente

Ayer, en la sesión de hisopos y extracciones nasales de rigor, solo estuvo ausente Shinji Kagawa, que sigue en Japón con permiso del club y se reincorporará en las próximas horas al equipo, según las previsiones del área deportiva. Por supuesto, de la citación inicial hecha el sábado también se cayó Delmás, que viajaba desde primera hora de la mañana rumbo a Cartagena para ser presentado con su nuevo equipo a primera hora de la tarde. Y, aunque en condición de incógnito, sí que pisó por primera vez la Ciudad Deportiva el italiano Luca Zanimacchia, extremo diestro que procede de la Juventus de Turín italiana y que, en cuanto sea posible, será anunciado como fichaje zaragocista. El transalpino ya pasó por las manos de los médicos especialistas en test de covid-19.

Rubén Baraja, el entrenador, no se movió de su casa. Sigue bajo la obligación de permanecer aislado unos días más tras su positivo asintomático. Sin embargo, los dos miembros de confianza de su ‘staff’, los citados Rodríguez y Poblaciones, sí que pudieron desplazarse en su coche hasta la Ciudad Deportiva para ser sometidos a los test. Su condición de aislados por prevención, al haber dado negativo en el anterior análisis, permitió que fugazmente se dieran cita con los médicos en las instalaciones de la carretera de Valencia, aunque prosigan un tiempo más sin contacto con nadie. Los auxiliares, sanitarios, empleados, ejecutivos y directivos que ya conformaron la cincuentena de testeados en la recta final de la liga anterior también fueron analizados.

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