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Puado es seria duda contra el Lugo
El futbolista catalán del Real Zaragoza fue baja este sábado contra el Alcorcón para preservarlo de una lesión mayor en los isquiotibiales de la pierna derecha.
Javi Puado sufre una pequeña contractura en la musculatura isquiotibial de la pierna derecha y es duda para el partido del Real Zaragoza el martes contra el Lugo. El delantero, la pieza más influyente del equipo para que sus engranajes ofensivos funcionen y vértice esencial en la estructura de presión con dos puntas del conjunto aragonés, alimenta así las alarmas de este accidentado reinicio de la competición del grupo que dirige Víctor Fernández.
Las molestias de Puado se agudizaron en la sesión del viernes. El futbolista barcelonés notaba un punto de dolor en la zona posterior del muslo. De inmediato, Víctor Fernández, sus ayudantes, entre ellos el encargado de programar las cargas físicas, Roberto Cabellud, y el doctor analizaron su situación. De común acuerdo con Puado, se decidió esperar al sábado y volver a estudiar su estado. Pero las molestias seguían ahí. Se decidió entonces que no lo ideal era no alinearlo contra el Alcorcón, preservando esa musculatura amenazada de rotura fibrilar. La zona de los isquiotibiales es especialmente crítica en casos así si se expone a una lesión mayor. Y eso se evitó: se consideró que era mejor perder a Puado frente al Alcorcón y quizá el Lugo que arriesgarlo a perderlo tres semanas o cuatro semanas en caso de rotura. En las circunstancias actuales, con el calendario tan saturado, eso equivaldría a prácticamente las jornadas restantes.
Puado descansó así contra el Alcorcón y sigue entre algodones. El objetivo es que sus sensaciones sean ideales para el choque contra el Almería y que, para entonces, sus marcadores de riesgo de lesión no estén en rojo. Solo así Víctor Fernández se decidirá a alinear a esta figura básica para entender el funcionamiento ofensivo del Real Zaragoza, como se vio contra el Alcorcón.
Sin Puado, todo el frente del ataque tiende a reducir sus prestaciones, su papel va más allá de los recursos y el brillo propios, sino que alimenta a Luis Suárez y limpia de rivales la zona de influencia del delantero colombiano, huérfano contra el Alcorcón de un escudero. También el equipo notó la ausencia de Puado en su dinámica de presión. Aunque Kagawa dio sentido a la pelota y tuvo una fase de juego muy prometedora hasta su cambio en el descanso, el japonés no aporta la tensión defensiva ni la energía física necesaria para lanzar arriba la presión y trabajar los registros defensivos, una de las labores oscuras, y poco valoradas, en el juego de Puado.
