Los futbolistas y técnicos del Real Zaragoza fueron sometidos este miércoles al tercer test PCR de la covid-19 en los últimos 22 días, esta vez como paso previo obligatorio, según el estricto protocolo de La Liga (LFP), para poder empezar los entrenamientos colectivos a partir del próximo lunes, 1 de junio. Ahora toca esperar 48 horas hasta conocer el nuevo diagnóstico de la cincuentena de personas testeadas: también están entre el reparto de analizados los sanitarios, auxiliares diversos, personal de mantenimiento y prensa, ejecutivos y directivos del club.

Si todo vuelve a salir de modo satisfactorio, con resultados negativos respecto de la afección del virus (tal y como ya sucedió en las dos analíticas anteriores, hechas los días 5 y 15 de este mes de mayo que ya se acaba), el cuadro zaragocista tendrá el viernes vía libre de la LFP para programar sesiones preparatorias con toda la plantilla de manera conjunta desde el inicio de la semana venidera. Así se entrará ya en la ‘fase 4’ del protocolo, la última, denominada ‘de precompetición’ y que, en un principio, los clubes pactaron que, como mínimo, constara de 15 días de duración antes del primer partido oficial de la reanudación del torneo. Un matiz que, de reanudarse el fútbol en España el 11 de junio, como anunció Javier Tebas, presidente de la LFP, este domingo, no se cumpliría en puridad y necesitará de un debate con los futbolistas y los clubes.

Mientras tanto, Víctor Fernández dirigió un nuevo entrenamiento en la Ciudad Deportiva en el que los dos grupos se quedaron en 10 y 11 jugadores, dado que varios futbolistas acumularon un día más de trabajo personalizado en el gimnasio a causa de diferentes molestias musculares. Es el caso de El Yamiq, Guti, el joven Baselga y Pereira. Además, como viene ocurriendo desde el primer día de entrenamientos tras el parón por la pandemia -fue el día 8-, Eguaras sigue en rehabilitación de la rotura fibrilar que sufrió en un gemelo (músculo sóleo) y Javi Ros trabaja para recuperarse en aproximadamente cuatro semanas de la lesión de menisco que lo dejó KO el pasado mes de enero.

Víctor, que al principio de semana marcó este jueves en el calendario de sesiones de trabajo del equipo una nueva jornada de preparación, decidió ayer dejarla sin efecto y comunicó a sus jugadores que hoy es día de descanso. Se trata de medir al milímetro los esfuerzos físicos del plantel, de no pecar por exceso en este delicado regreso al fútbol tras dos meses de confinamiento en casa bajo un estrés general sin precedentes que, en el caso de los deportistas profesionales, abre un desconocido abanico de secuelas que se irán descubriendo con el paso de los días. En el Real Zaragoza, mucho más tras el aviso de la lesión de Eguaras nada más volver al césped 60 días después del parón, el cuerpo médico, los fisios y los técnicos están graduando con mucho mimo las cargas de trabajo a la espera de poder fundamentar los entrenamientos en el balón, en el fútbol, en la táctica. Para eso ya solo faltan cinco días, si las pruebas médicas así lo sostienen.