Jaume Roures, administrador general de Mediapro, la empresa tenedora de los derechos audiovisuales del fútbol profesional español, aportó en la madrugada de este miércoles varios datos que, viniendo de él, adquieren en estos momentos un gran peso específico en medio de la desorientación general del fútbol mundial ante el futuro que aguarda tras el colapso total de todas las competiciones por la pandemia de coronavirus.

Roures, muy vinculado por lo tanto a La Liga (LFP) y a Javier Tebas en la última década, habló en la Cadena Cope. Su primer mensaje fue directo: «Yo espero que el fútbol vuelva en julio y, antes, habrá una pretemporada de tres semanas en los equipos, que podría empezar a finales de mayo o principios de junio. No vamos a poner en riesgo la salud», aseguró con rotundidad el empresario.

«Volverá sin público. Puede ser un poco apretado, pero los equipos están acostumbrados a jugar miércoles-domingo. Hay situaciones más importantes que el fútbol, pero es importante no perder la temporada», prosiguió Roures, apuntalando así las intenciones que Tebas viene manifestando desde que La Liga quedó totalmente parada en fin de semana del 14 y 15 de marzo, cuando el Gobierno terminó decretando el estado de alarma y obligó al confinamiento de la población.

Roures y Tebas son los ideólogos de la actual liga española. Y sus criterios de 'la industria del fútbol' entremezclan el viejo fútbol de pasión y aficionados en las gradas con el negocio de cifras macroeconómicas, en el que la televisión y la publicidad son el sostén de todo el entramado que, en España, sobrepasa ya el 1,5 por ciento del Producto Interior Bruto de la economía nacional. Por eso, no tienen ningún inconveniente el programar 'fútbol de plató', con los estadios vacíos, sin público por mor de las circunstancias sanitarias que concurren en el mundo, pero que sirva para acabar las ligas profesionales y no perder más de 700 millones de euros que se han quedado en el limbo al suspenderse indefinidamente los torneos en España. Lo financiero es lo que prima, el único eje a considerar en esta balanza.

En su intervención radiofónica en la Cope, Jaume Roures concluyó con otra frase clave: «Si, una vez reanudada la liga, un jugador da positivo por coronavirus, habrá que arrojar la toalla y despedirse de la temporada», dijo enigmáticamente. Es la única causa por la que, en estos momentos, Roures y Tebas asumen que la actual temporada 2019-20 no acabaría y, por ende, desembocaría en una polémica sobre cómo determinar campeonatos, participaciones europeas, descensos y ascensos. 

Aquí es donde este asunto, desde el primer día, atañe al Real Zaragoza y a la SD Huesca. Los zaragocistas, porque están ahora mismo en puesto de ascenso directo, destacados en la clasificación a falta de las 11 jornadas que habrán de dirimirse cuando se pueda. Y los oscenses porque siguen en la pelea por todo, cuartos en la tabla y con opciones matemáticas sobradas para considerar que ellos también podrían ser equipo de ascenso, como Cádiz, Almería, Elche...