El Real Zaragoza está a la espera de que este jueves, 26 de diciembre de 2019, pueda darse carpetazo definitivo al litigio judicial que ha estado vivo durante más de ocho años y medio tras las acusaciones de presunto amaño del partido jugado ante el Levante, en el estadio Ciutat de Valencia, el 21 de mayo de 2011.

El plazo de presentación de recursos a la sentencia judicial que absolvió al Real Zaragoza y a todos los investigados (40), con la excepción de Agapito Iglesias y Javier Porquera –ex dirigentes de la SAD zaragocista entonces– concluía el pasado martes, día 24, pero, al coincidir fechas festivas, el Juzgado de Valencia dio un día de gracia a dicho periodo, que finará este jueves 26. 

Ni la Fiscalía, ni La Liga ni el Deportivo de La Coruña, los tres actores que, por su insistencia en las denuncias, lograron reabrir el caso en su día tras haber sido archivado en primera instancia, han mostrado interés en ejercer el derecho de recurso. Por ello, lo esperado por todas las partes es que hoy se acabe para siempre este asunto.

El Real Zaragoza, por su parte, no va a ejercer acciones judiciales contra Agapito y Porquera, condenados a una pena de un año y tres meses por falsedad documental. La SAD zaragocista tenía esa opción una vez vista la resolución del Juzgado, que en la sentencia deja en evidencia que más de un millón de euros, según los movimientos bancarios investigados, no queda probado adónde fue a parar. La decisión del club es la de acabar con este caso de manera tajante y definitiva tras un largo y doloroso día a día que casi ha cubierto una década repleta de incomodidades y efectos secundarios en la vida del Real Zaragoza que, además, desde 2014, tiene otra regencia distinta, a la que le ha tocado heredar este estigma del que ahora va a liberarse para siempre de manera positiva para los intereses generales.