De lo que va de pretemporada, en partidos sin apenas exigencia a excepción del último, el sábado en Tarragona, ya se pueden ir extrayendo las líneas madre de lo que Víctor Fernández lleva en su cabeza para aplicar al juego del remozado Real Zaragoza de la temporada 2019-20, próxima a comenzar. Algo de poso ya quedó de los cinco meses y medio que el técnico aragonés dirigió al equipo saliente, el que las pasó canutas para salvar la categoría y no bajar a Segunda B en junio pasado. 

Predomina el 4-3-3, pero también se funde por momentos con un 4-2-3-1 e, incluso, con un 4-1-4-1. Gusta de la presión en todas las líneas y de salir con rapidez en cuanto se recupera o se roba el balón. No hay problema en lanzar pases de 40 metros en busca de la velocidad de los puntas, de los extremos, incluso de las incorporaciones en banda opuesta del lateral de turno. 

A estas nociones básicas, vistas en los entrenamientos de Boltaña, ensayadas a puerta cerrada en Zaragoza y, por goteo, puestas en danza en los bolos amistosos de verano, cabe sumar lo dicho por Simone Grippo este lunes, 5 de agosto, en sala de prensa. El central, que está volviendo de la oscuridad de una seria lesión de rodilla que arruinó su año pasado, además de valorar su situación personal, ya positiva, habló del global del equipo y destiló detalles de índole táctica.

"El fútbol que vamos a intentar jugar va a ser mucho más intenso. Con más profundidad. Es algo que se adapta mucho más a esta liga (la Segunda División). Es lo más conveniente para estar arriba en la clasificación. Yo estoy totalmente convencido de este tipo de fútbol", comenzó apuntando en su reseña Grippo.

"Es un fútbol que, si lo haces bien, es un fútbol que gana. Si vemos los equipos que subieron directos el año pasado (Osasuna y Granada), jugaron de manera similar, justo así. Sobre todo, el caso del Osasuna, que siempre estaba muy bien en las dos áreas. Así, estaremos arriba. Es un fútbol que yo creo que va a triunfar. Y ahora nos toca a nosotros prácticarlo en el campo", abundó en su particular resumen del ideario que Víctor Fernández está trabajando desde mitad de julio en el Real Zaragoza.

Grippo abrió un espacio de margen para la mejora una vez que la liga empiece en 12 días ante el Tenerife. Que nadie piense que esto va a ser inmediato: "No será cosa de una semana. Nos costará algo de tiempo. Según vayan pasando las jornadas, lo iremos haciendo mejor", indicó el helvético.

Y, dentro de estas singulares valoraciones del defensor suizo, también apuntó matices de carácter individual, aludiendo al cambio de talante que se ha apreciado en la caseta con la  suma de quienes se han ido y los que han llegado como refuerzos en este tiempo de verano. "En el equipo se ven ganas, un poco de agresividad, de interés por cambiarlo todo en relación al año pasado. Los que han venido nuevos son jugadores que quieren ganar siempre. Y eso es bueno. Se nota en los partidos pequeños (de pretemporada), también en los reducidos (entrenamientos), en todo. Esto nos hace mejores", concluyó el veterano zaguero del Real Zaragoza.