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Las claves de Víctor Fernández para seguir en el Real Zaragoza, a 23 de mayo

"El potencial económico que vayamos a tener, el proyecto, mi participación en el proyecto, mi compromiso..." indica de entrada el entrenador aragonés para plantearse la continuidad en el club en el futuro.

Víctor Fernández y su continuidad en el Real Zaragoza a partir del 30 de junio, de cara a la temporada venidera, es el asunto recurrente del zaragocismo desde hace unos días. Con la salvación de la categoría casi consumada (falta la apostilla matemática, que debería llegar este fin de semana), el técnico aragonés se ha convertido en protagonista principal del día a día, dentro y fuera del club.

Víctor es en las últimas horas núcleo de negociaciones, conversaciones, debates, pros, contras, deseos, repelentes, amores, odios, recelos, acciones, reacciones, gestos de sentido común, planteamientos subjetivos, tiras, aflojas, valoraciones, estrategias y decenas más de efectos, tanto en el seno del club como, sobre todo, en los mentideros múltiples del zaragocismo. 

Y el preparador del barrio Oliver, en su cita semanal en la previa del siguiente partido de liga, que será en la noche de este viernes en La Rosaleda de Málaga (21.00), ya el antepenúltimo de la temporada 2018-19, ha dejado nuevos datos para la actualidad pública en su estrado en la Ciudad Deportiva. De hecho, en su discurso, ha sido más sustancial lo extra futbolístico que lo que se refería concretamente al partido contra los malacitanos. 

Fernández, que se ha frenado en seco nada más arrancarse para no entrar en profundidades sobre su futuro inmediato, sí que ha dejado algunas pinceladas de calado al respecto. El entrenador ha respondido así a la pregunta relativa a cuáles son sus condiciones para aceptar seguir en el banquillo del Real Zaragoza la campaña que viene

"Son muchas cosas. Un tema es el potencial económico que vayamos a tener. Otro, el proyecto. Otro, la participación (suya) en el proyecto. Son muchas cosas. El compromiso que uno (él) tiene. Son muchas cosas. Ahora no voy a entrar a relatar cuáles son los condicionantes. Lo que sea, será", dejó en el aire con intención.

Fernández admitió que lleva 6 días con la mente un tanto alborotada. Que el ajetreo que la reacción del graderío de La Romareda ha originado en los despachos del club es importante. La solicitud, sonora y explícita, de la mayoría de los seguidores zaragocistas a la conclusión del último partido ante el Sporting de Gijón el pasado viernes, de que Víctor Fernández se quede en el Real Zaragoza, ha cambiado la música de ambiente en los planes del área deportiva. De la balada, al pasodoble. De la clásica, al rock and roll. 

"Esta semana me he distraído un poco. Es la verdad. Porque soy persona. Me he distraído sobre cosas con las que no debería haber distraído. Pero es normal, porque te llaman del club, tienes reuniones, notas las inquietudes que tienen, mis propias inquietudes... Esto te roba energía y pensamiento en lo que tienes que estar, que es Málaga. Pero me he vuelto a enchufar, así que, tranquilos, que estoy metido. Gracias a mi cuerpo técnico y a los jugadores, que me lo facilitan todo".

En su actualización del caso, Víctor Fernández demoró su decisión unos días. Habrá resolución en breves. La cosa no tiende a enquistarse, ni si la respuesta es un sí o si al final es un no. "No es el momento aún. Hay que tener tranquilidad. Es una decisión que ha de sostenerse sobre la mayor de las responsabilidades. No es fácil", comenzó adelantando. 

"El club ya sabe, un poco, mi estado de ánimo y cómo está la situación. Ahora tengo que centrarme en Málaga. En conseguir la salvación matemática y definitiva, que aún no está y, después, ya sí será el momento de afrontar el futuro con decisiones, que ojalá sean las acertadas", remató el técnico antes de partir hacia el sur.

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