El Real Zaragoza viene pasando hambre goleadora desde el inicio de esta temporada 2018-19 que ya encara su fin. Su delantera no ha sido un acierto desde el principio. Su segunda línea tampoco ha solucionado los problemas con eficacia regular.

De todo este serio y global déficit, el equipo que dirige Víctor Fernández desde finales de diciembre, en lo que es su tercera micro etapa parcial dentro de la misma campaña, está sacando a flote esta mácula por contraposición. El mecanismo goleador en los últimos tres meses y medio, llamativo, tan causal como casual a partes iguales, deja en evidencia la rareza del perfil ofensivo del Real Zaragoza actual.

En los 14 partidos disputados con Fernández, el equipo ha marcado 16 tantos a través de ¡12 anotadores diferentes! Lo ocurrido este último lunes ante el Gimnástic de Tarragona, con los atípicos goleadores Verdasca, P. Biel y Delmás como firmantes de las dianas en el 3-0 definitivo, no fue sino el colofón a una serie que, con anterioridad, ya fue reseñada por llamativa. Ahora, tras esto último, aún lo es más. 

Víctor Fernández está arañando goles de cualquier sitio. Lo busca, en cierta medida, y le fluye aleatoriamente, en otra buena parte del hecho. Este es un Real Zaragoza Carpanta, que necesita encontrar una moneda de céntimo de donde sea para poder llevarse a la boca un gol como sea. Todo es 'como sea'. 

Carpanta, el personaje de cómic de José Escobar, a veces hacía de pícaro, buscaba la vuelta para pagar con un botón de la camisa o del abrigo. No de daba la vida para más. A Víctor Fernández le ocurre parecido con el asunto del gol. 

En 5 de sus 14 partidos, el técnico zaragozano ha visto como se debía ir a casa sin haber podido celebrar un solo gol (ante el Málaga, el Albacete, el Osasuna, el Granada y el Mallorca). En ese repóquer de citas, ni el espíritu de Carpanta sirvió.

En los otros 9 duelos donde sí hubo goles del Real Zaragoza, los 16 tantos tuvieron que proceder de hasta 12 futbolistas distintos. Con Víctor Fernández, solo dos han repetido: Álvaro Vázquez ha metido 4 y Linares 2.

Y, aquí está la miga de lo que ocurre, los otros 10 goles han llovido atomizadamente, como sirimiri, un goteo menudo de uno en uno que precipita de cualquier sitio del campo. La lista es esta: Pombo, Papunashvili, Álex Muñoz, Raúl Guti, Soro, Eguaras, Guitián, Verdasca, P. Biel y Delmás son los unigoleadores del Zaragoza 'vitiniano'.

Víctor Fernández, partido a partido, le está teniendo que dar la vuelta a toda su ropa para que le caigan los goles al suelo como monedas de cobre con las que poder saciar el apetito con los mínimos que requieren sus constantes vitales. Y de un bolsillo sale un gol de uno, del dobladillo de una pernera del pantalón sale otro, del interior de la chaqueta surge otro... Y Víctor sigue sacudiendo y sacudiendo para que, de cualquier entretela del equipo, aparezcan divisas con las que sobrevivir: goles.

Desde la defensa, ya le han ayudado gol a gol los Álex Muñoz, Guitián, Verdasca y Delmás. En la línea medular también había céntimos escondidos de las viejas lavadas: fueron los goles de Eguaras, de Guti. Los mediapuntas, tan volátiles en posicionamientos, dibujos tácticos y regularidad en este año tan revuelto en lo referente a esos términos, se han apuntado a la hucha de Víctor Fernández aportando su eurito: Pombo, Papunashvili, Soro y P. Biel.

Y los especialistas... ¡ay, los especialistas!, es decir, los delanteros. Como marca su obligación principal en el campo, Álvaro Vázquez (4) y Linares (2) son los únicos repetidores en el arte de golear en la era de Fernández. Pero a M. Gual aún se le espera en la postulación, porque está a cero desde el Pilar. A Medina, Víctor lo despidió a pie de barco rumbo a Colombia sin que pudiera dejarle ni el botón de Carpanta en la bandeja. Toquero, el otro punta de la plantilla, no está para donaciones de ningún tipo.

Así, a base de pequeños escotes, con un bote precario cada vez que arranca un partido, Víctor Fernández está logrando sacar adelante el hambre de gol de este equipo. Una gusanera de estómago que no era lo previsto en el plan inicial, allá por el mes de julio pasado. 

Si, además, tenemos en consideración que, de las épocas precedentes a Víctor Fernández (las de Idiakez y Alcaraz), también quedan aportaciones de céntimos de gol (uno nada más) de jugadores como el defensa Lasure, o el mediocampista Igbekeme... se amplía el sostén del 'método Carpanta' que está sirviendo este año para la supervivencia del Real Zaragoza en la Segunda División.