Giorgi Papunashvili llegó a Zaragoza este domingo a media tarde, procedente de Tbilisi, la capital de su país, Georgia. El internacional georgiano culminó así una estancia de 4 semanas exactas en su casa, adonde acudió con permiso del Real Zaragoza para ser reconocido y tratado por el médico de la selección nacional de Georgia, el doctor Merab Vardudzkashvili de la latosa lesión de tobillo -un edema óseo- que arrastra desde el pasado mes de septiembre, con diferentes secuelas y recaídas. 

El viaje, que en un principio se previó de más corta duración, se ha ido alargando en el tiempo hasta culminar casi un mes de alejamiento de Papunashvili del día a día del equipo zaragocista. Ahora, según señaló el propio Víctor Fernández, entrenador blanquillo, el futbolista regresa "totalmente recuperado" y, tras un plan de readaptación al trabajo de unos 3 días de fisioterapia, en condiciones de reintegrarse con normalidad al grupo para poder viajar, incluso, la semana que viene al partido de Cádiz (lunes, 8 de abril).

Papunashvili habrá protagonizado así un culebrón sin precedentes, con una decisión atípica, la de irse directamente a su país a abordar la curación de una dolencia que tiene una vigencia de 6 meses y dejar de lado por completo las rutinas de la plantilla jornada a jornada. En el Real Zaragoza se considera que todo estará bien empleado si el jugador recupera su condición de apto para jugar al fútbol.

Papunashvili, una semana más entre el mar Negro y el Caspio