Los abogados buscan un resquicio legal para que Linares rescinda su contrato con el Reus

El despacho Sport & Music Law, con Javier Paredes (ex capitán del Real Zaragoza) y Santiago Nebot (ex AFE) al frente, intentan dar solución unilateral a los jugadores que quieren abandonar el caótico club catalán.

Linares, en la mañana de este martes en el entrenamiento del Reus. Detrás, los abogados Javier Paredes y Santiago Nebot.
Linares, en la mañana de este martes en el entrenamiento del Reus. Detrás, los abogados Javier Paredes y Santiago Nebot.
HA

Los 12 futbolistas con ficha profesional del Reus Deportiu mostraron este martes a los abogados Javier Paredes y Santiago Nebot, en una reunión mantenida en el vestuario antes del entrenamiento del equipo rojinegro, su deseo de abandonar el club tarraconense de manera inmediata. Entre ellos, el zaragozano Miguel Linares -natural de Fuentes de Ebro-, al que el Real Zaragoza espera como refuerzo invernal para su delantera.

Paredes, exjugador y capitán del equipo zaragocista, y Nebot, que fuera responsable máximo del departamento jurídico del sindicato de futbolistas AFE en la anterior y reciente época con Luis Rubiales al frente (el actual presidente de la Real Federación Española de Fútbol), son los asesores de la atribulada plantilla reusense a título particular, a través de su despacho Sport & Music Law. En las últimas horas, ambos juristas intentan dar solución unilateral a los jugadores que quieren abandonar el caótico club catalán: Freixanet, Bastos, Catena, Olmo, Borja Herrera, Juan Domínguez, Gus Ledes, Mario Ortiz, Carbonell, Ricardo Vaz, Querol y el citado Linares, a los que cabe añadir a Yoda, con contrato con el Reus pero sin ficha por prohibición de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) en agosto a causa de las irregularidades que ya descubrió entonces el ente gestor del torneo.

Los abogados buscan un resquicio legal para que Linares y el resto de sus compañeros puedan rescindir ya su contrato en vigor con el Reus. Todos saben que la solución drástica, sencilla y rápida pasa por la expulsión del club catalán de la liga de Segunda División, propuesta por el juez único de la LFP la semana pasada (por 5 años y con una multa económica de 200.000 euros) y cuyo periodo de alegaciones concluye este miércoles, sin que el Reus haya presentado por ahora ninguna documentación al respecto. Si esto acaba sucediendo así, los 12 profesionales del Reus quedarán inmediatamente liberados de su contrato en Reus y podrán fichar un minuto después por quien deseen.

Pero el problema surgiría si esto no acontece de este modo, bien porque el procedimiento legal se alargue en el tiempo a base de recursos, o bien porque la anunciada compraventa del paquete accionarial mayoritario del Reus SAD por parte de Joan Oliver a un grupo estadounidense, hecha pública de forma sui géneris en inglés en la página web del Reus al mediodía del lunes, fuese admitida por el Consejo Superior de Deportes, la LFP y la Federación como operación solvente y fundamentada y, de este modo, el Reus pudiera continuar en competición con todos los desmanes puestos en regla al día.

¿Es posible que alguno o la totalidad de los 12 jugadores afectados, entre ellos Linares, puedan desvincularse motu proprio unilateralmente del Reus? Según la normativa que rige en La Liga, no lo sería -de entrada- por una cuestión de reglamento: a cada club participante en las dos competiciones profesionales se le exige un mínimo de 12 fichas profesionales para tener derecho a su cánon y licencia como miembro de su división. Es decir, si el Reus se quedase con 11, ello conllevaría su descalificación irreversible. O sea, que ni siquiera puede prestarse a negociar una baja de estos 12 hombres por motivos obvios.

Pero Paredes y Nebot, los abogados de Sport & Music Law que asesoran a los profesionales del Reus, están escudriñando varias salidas a través de los artículos del convenio colectivo suscrito en su día entre la LFP y la AFE y también mediante otros resortes del derecho laboral vigente en España. Por un lado, se baraja como solución el derecho que tienen todos los futbolistas de finalizar su contrato con el club en cuestión, despositando para ello, a modo de caución, el dinero de la cláusula de rescisión que recoge su compromiso contractual y pidiendo el finiquito. Pero, en este caso, habría que dar solución, probablemente, a los efectos temporales que pudiera producir un recurso de parte que llevase a efecto el club (el Reus), pues ello derivaría en la demora de plazos que haría que, al sobrepasarse el límite del mercado invernal de fichajes (que se cerrará a las 23.59 del jueves 31 de enero, en 8 días), dejaría a los futbolistas afectados ahogados laboralmente y sin posibilidad, en principio, de poder fichar en otro club que los desee (caso de Linares con el Real Zaragoza) hasta el 1 de julio.

También se estudian soluciones por el camino del procedimiento abreviado de resolución anticipada del cumplimiento de un contrato. En su momento, Joan Oliver mantuvo a los jugadores casi 3 meses sin cobrar sus nóminas de septiembre, octubre y noviembre, incidencia que el propietario del Reus solucionó con los 12 actuales jugadores profesionales in extremis para evitar su descalificación cuando se iniciara diciembre. Pagó esas deudas en las últimas horas de ese plazo trimestral. Los salarios de los otros 5 con ficha P que tenía el plantel entonces, Badía, Carbiá, Vítor Silva, Moore y Villanueva, no fueron abonados en tiempo y forma y por ello se desvincularon súbitamente de la entidad reusense. Ahora, Oliver les debe a los 12 afectados la nómina de diciembre. Para que pudiera aplicarse el procedimiento abreviado, esa situación de impago debería acumular, en un segundo plazo de repetición del problema, cuatro meses sin ser pagada por el Reus a sus futbolistas. O sea, hasta la nómina de marzo próximo. Eso también ahogaría a los jugadores e impediría su salida a otros clubes en las próximas 8 fechas de mercado. Aquí también es necesario buscar medidas accesorias, si es posible, para poder ejecutar el caso por este flanco.

Llegan horas claves. El juez único de la LFP agota este miércoles, día 23, el plazo de recepción de alegaciones sobre su solicitud de exclusión del Reus Deportiu de las ligas profesionales por un lustro, desde ya mismo. Si no llega ningún recurso desde la sede del Reus, la descalificación del club rojinegro será efectiva el jueves y todo quedará solucionado con sencillez. Pero, de existir respuesta legal del Reus in extremis (Joan Oliver ha manejado los tiempos al milímetro desde el inicio de los problemas), los jugadores y sus abogados tendrán que apresurarse a buscar y encontrar esas gateras legales que, en un principio, está costando discernir.

El Real Zaragoza espera acontecimientos con suma atención por lo que concierne a su pretendido fichaje para la delantera: Miguel Linares. 

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