Tres exzaragocistas en el herido Córdoba

Jesús Valentín y los lesionados Jaime y Fernández portan en su currículum reciente su paso por el Real Zaragoza de Segunda del último lustro. El central canario se marchó allí el último enero.

Jesús Valentín, Jaime Romero y José Fernández, ahora en el Córdoba y hace poco tiempo en el Real Zaragoza.
Tres exzaragocistas en el herido Córdoba
HA/Córdoba CF

Tres exjugadores del Real Zaragoza forman parte de la plantilla del Córdoba CF, el herido y peligroso rival que visitará La Romareda el próximo domingo (20.30) con la tensión por todo lo alto al estar los dos equipos ubicados en zona de descenso a Segunda B. Se trata del central Jesús Valentín, del extremo zurdo Jaime Romero y del lateral derecho José Manuel Fernández.

Los dos últimos, lesionados durante la semana, será difícil verlos por la capital aragonesa. Fernández arrastra problemas musculares, mientras que Jaime pasó la noche del martes al miércoles hospitalizado en Getafe al sufrir una fuerte conmoción cerebral tras un golpe en la cabeza en el partido de Copa que los blanquiverdes perdieron 5-1 ante el cuadro azulón, de Primera División que, obviamente, los eliminió del torneo. Por su parte, el zaguero canario Jesús Valentín, viene alternando titularidades con suplencias desde el inicio del curso, como más pasos por el banquillo que presencias en la hierba, aunque el último día, en el 1-1 ante el Elche en El Arcángel, el insular sí que jugó en el once inicial de los andaluces.

Jueguen o no jueguen este domingo en La Romareda, la revisión del plantel califal y la presencia de estos tres jugadores ahí supone hacer un rápido ejercicio de repaso de lo que está siendo el último lustro (este es ya el 6º año consecutivo) del Real Zaragoza en Segunda. Porque, por ejemplo, Fernández es uno de los eslabones que unieron al último equipo zaragocista de Primera con el que lleva ya atascado todo este tiempo en la división de plata. El Zaragoza agapitista, todavía aquella vieja y tóxica propiedad que derruyó las estructuras históricas del viejo club, fichó a un jóven Fernández justamente del Córdoba, en el mercado de invierno de 2013, recomendado por el entrenador-mánager Manolo Jiménez. Es, del trío, el que antes tuvo su paso por el club aragonés. Fernández bajó de categoría con el cuadro blanquillo y aún jugaría dos temporadas más en Segunda, con una sensible bajada de salario (más o menos pactada en términos favorables a la entidad en tiempos de Pitarch y revisada ya con la nueva propiedad, lo que lo llevó a salir rumbo al Oviedo dentro de ese trato, en el verano de 2015. Después de dos años en el Tartiere, sin demasiados brillos, el lateral diestro decidió volver a su casa, en donde ya va camino de cumplir los 30 años de edad.

Por su parte, Jaime Romero abarca el siguiente espacio en el calvario del Zaragoza de Segunda. El que rememora el casi ascenso de Las Palmas con Ranko Popovic al mando, con aquellos 7 minutos finales fatídicos y el gol fatal de Araujo que cambió, seguramente, el devenir de la vida zaragocista en junio de 2015 y lo solapa con el fracaso monumental de Palamós un año más tarde, cuando el Zaragoza cayó 6-2 ante el descendido Llagostera en la última jornada cuando le valía un simple empate para volver a jugar la Promoción de ascenso, con Lluís Carreras como principal responsable en el banquillo en aquella tarde vergonzosa e histórica. Jaime, eso sí, salió indemne de aquel bochorno, pues el citado Carreras no lo puso de titular (salía de una grave lesión de rodilla) y, cuando entró en el campo, ya con 4-0 en contra, el albaceteño abanderó una reacción incompleta hasta el 4-2, gol suyo incluido de penalti. Fue un triste final zaragocista para un jugador que, luego, volvió a sonar para regresar. Aquel año, la delantera conformada por Borja Bastón, Willian José, Pedro, Eldin Hadzic y Jaime firmaron más de 45 goles entre los cinco, algo ya nunca más visto en Zaragoza, donde la escasez de efectivos útiles y solventes en punta ha sido lo habitual, centrando todo el uno o dos goleadores, a lo sumo, cada curso.

Y, por último, Jesús Valentín es la referencia más próxima en el tiempo de los tres. Tanto que, el central canario, por estas mismas fechas hace un año, aún era miembro de la plantilla del Real Zaragoza. Y, como curiosidad tremenda, cabe subrayar que su última aparición con la camiseta blanquilla fue, el 26 de enero en La Romareda, en el triunfo zaragocista por 1-0... ¡frente al Córdoba!, al que sería traspasado 5 días más tarde. Valentín es una pieza que lleva la restrospectiva del zaragocismo al terrible curso 2016-17, en el que el equipo estuvo en un tris de irse a Segunda B y se salvó in extremis, en la penúltima jornada, mediante un 0-0 en Gerona que resultó un marcador tácito porque a los dos les interesaba ese punto: a los catalanes para subir esa noche a Primera y a los aragoneses, para salvar el pellejo tras un caótico año con tres entrenadores (Milla, Agné y Láinez), dos direcciones deportivas (Juliá-Valentín y Lalo-Barba, que llegaron a mitar de curso dejando el Huesca) y una plantilla deficiente que fue remendada en el mercado invernal, entre otros, con el referido Jesús Valentín... que también vino del Huesca, rival de categoría en esos días, y donde apenas tenía minutos.

Este ejercicio de rápido análisis del pasado reciente, al que incita la presencia de Fernández, Jaime y Jesús Valentín en las filas del rival de turno, el Córdoba, este domingo en La Romareda, es un pequeño cortometraje de la vida zaragocista desde 2013 hasta 2018. La transición de Primera a Segunda. La decadencia del fútbol zaragozano que aún espera una resurrección en términos deportivos.

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