Cómo se parece el Real Zaragoza-Córdoba al de hace 10 meses y medio

En enero, al inicio de la segunda vuelta de la pasada liga, este mismo duelo en La Romareda que se repetirá este domingo fue de parecida trascendencia. Ganó el Zaragoza 1-0 e impulsó su reacción.

El viernes 26 de enero ya se jugó un Real Zaragoza-Córdoba en La Romareda cargado de alta tensión, de centenares de voltios y watios, bastante parecido al que va a tener lugar entre los mismos equipos y en el mismo escenario este próximo domingo, 9 de diciembre. Por esas cosas del destino, será el segundo Real Zaragoza-Córdoba de 2018, con 10 meses y medio de distancia temporal entre uno y otro. Y los dos, de máxima trascendencia, de enorme importancia para la vida futura e inmediata de dos equipos que, en ambos episodios, afrontan la cita con unas necesidades bárbaras, presionantes a más no poder, porque el descenso a Segunda B amenaza seriamente su vida deportiva y societaria.

Ahora, en puertas de la Navidad y dentro del torneo 2018-19, ambos están en puestos de descenso. El envite de dentro de 72 horas en el estadio municipal zaragozano confronta al cuarto por la cola (19º), el Real Zaragoza, con el penúltimo (21º), el Córdoba. Los aragoneses tienen unos escasos 15 puntos en sus alforjas, mientras que los andaluces llegan a este punto con apenas 12, tres menos.

Entonces, días después de haber concluido las fiestas navideñas, el fin de año y la llegada del año nuevo, recién iniciada la segunda vuelta del torneo 2017-18, aquel partido electrificado reunió al 16º, que era el apurado Real Zaragoza de esas fechas, con el antepenúltimo (20º), papel que desempeñaba el Córdoba en plena revolución de invierno en la que, de la mano de una nueva propiedad, con el navarro-aragonés Luis Oliver en los mandos, cambió la mitad de la plantilla -no sin polémicas de topes salariales e inscripciones en la LFP- para intentar salvarse al final del descenso, cosa que lograría en junio milagrosamente. Aquel Zaragoza, mes y medio más adelante en el calendario de lo que toca esta vez, había sumado 27 puntos. Los cordobeses vinieron a La Romareda con solo 19.

Es decir, que el precedente de este partido histérico y lleno de vértigos que ahora va a repetirse en Zaragoza en menos de un año natural, presentaba a un equipo blanquillo con 12 puntos más que ahora y, singularmente, con similares sensaciones de miedos, resquemores y dudas a todas caras. Y, en frente, el Córdoba acudió aquí con 7 puntos más que ahora y, sin embargo, su posición no era más halagüeña que la actual si se establece el cotejo y adecuación de fechas respecto del punto del calendario liguero.

Aquel Zaragoza de Natxo González tenía que ganar para no caer al pozo, del que lo separaba únicamente 3 puntos, un simple partido (el Barcelona B era entonces el cuarto por la cola, con 24 puntos). Por su parte, el Córdoba vivía a 5 puntos de la orilla de la salvación, estaba a -al menos- dos partidos de poder salir de las brasas del infierno. En estos momentos, en la temporada siguiente, el Real Zaragoza lucha por limar el punto de distancia que lo aleja de la tierra firme de la clasificación. Y los califales acometen la encomienda a 4 puntos de la salida puntual del vagón de cola.

Hace 10 meses y medio el Real Zaragoza aún no sabía que estaba apuntalando los primeros cimientos para salir del caos de los primeros meses y terminar consumando una segunda vuelta opuesta, de números positivos sin paragón que lo llevaron a lo alto del escalafón (aunque fuese sin premio final). Cuando vino el Córdoba, el precedente era una dolorosa y fea derrota en Granada por 2-1. Y aún faltaba el verdadero punto de inflexión, una semana más tarde, en el campo del Alcorcón, donde pese a empatar 1-1 en tiempo de aumento, los 700 zaragocistas desplazados a Madrid gritaron el simbólico 'Natxo vete ya' que puso al entrenador vitoriano contra las cuerdas por segunda vez en dos meses. En ese farragoso presente se jugó el Real Zaragoza-Córdoba del curso pasado, justo en los prolegómenos de la resurrección del equipo.

Ganó el Real Zaragoza 1-0 en aquella noche invernal. Con un gol tempranero de Pombo, en el minuto 18. Y con la suerte de que Cristian Álvarez le parase un penalti en los últimos instantes al cordobesista Alfaro, acción clave para que aquel duelo no acabase a farolazos en las gradas.

Algo así espera y necesita el cuadro zaragocista, en circunstancias muy semejantes, 10 meses y medio después ante el mismo adversario. Un ganar como sea. Un sacar adelante el reto por el mecanismo que sea. Un evitar un nuevo fracaso ante la afición aragonesa, que cada vez da menos crédito a la pésima racha que vive el equipo en general y, particularmente, ante sus ojos, en La Romareda, donde solo se ganó el primer día, en agosto, al Rayo Majadahonda (2-1), y la inspiración de este zozobrante equipo se evaporó sin razón ni remedio por ahora.

Cuando arranque este domingo a las 20.30 el Real Zaragoza-Córdoba en La Romareda, va a ser, en buena media, un 'déjà vu' en toda regla. Mucho más si se observa que en el precedente de enero estuvieron como titulares sobre el campo Cristian Álvarez, Benito, Grippo, Verdasca, Lasure, Eguaras, Zapater, Javi Ros y Pombo, 9 de los que siguen esta nueva temporada. Solo Febas y Borja Iglesias ya no están. En frente, en el Córdoba, también hubo mayoría de jugadores que están este año en su nómina: Fernández, Aguado, Galán, Javi Lara, Vallejo, Jovanovic, Alfaro o Loureiro.

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