Real Zaragoza-Córdoba, 19º contra 21º, día para aprobar todos los suspensos

En un duelo por todo lo bajo de la clasificación y lleno de obligaciones, el equipo aragonés tiene a mano un rival con el que superar buena parte de los defectos que han arruinado su inicio de curso.

Lucas Alcaraz, el viernes durante el Real Zaragoza-Cádiz en La Romareda.
Lucas Alcaraz, el viernes durante el Real Zaragoza-Cádiz en La Romareda.
Toni Galán

En medio de la preocupante zozobra que azota al Real Zaragoza después de caer a la zona de descenso tras las jornada 16ª de liga, asoma ya como primera oportunidad para salir de semejante atolladero el siguiente partido, el domingo que viene, de nuevo en La Romareda, ante el Córdoba. Se enfrentarán el 19º contra el 21º, el cuarto por la cola con el penúltimo. Se trata, por lo tanto de un duelo electrificado y lleno de obligaciones para los dos contendientes que, si se le diese mal un día más a los de Lucas Alcaraz, podría llevar a los aragoneses al penúltimo puesto, pues el cuadro andaluz, con 12 puntos frente a los 15 que porta en su haber el Zaragoza, tiene a tiro de un solo partido echarle el guante (habría que ver qué hace el Reus, que está entremedias).

En esta nueva cita liguera, que volverá a llevar a los blanquillos a La Romareda por segunda semana consecutiva, Alcaraz tiene la oportunidad de romper con algunos de los grilletes que ahogan a su equipo en los últimos meses, de aprobar los suspensos más graves que han arrastrado al Zaragoza a lo más bajo de la tabla de Segunda. Algunos vienen heredados del inicio de la campaña, cuando aún estaba su antecesor, Idiakez. Otros son de su propia era, que ya ha cumplido 6 partidos de vigencia.

El Córdoba, por su perfil y clasificación, por ser uno de los dos peores equipos de la categoría, junto al Nástic de Tarragona, pues desde el mismo inicio del curso anda a cabezazos por el fondo del escalafón del torneo sin lograr ver la luz, parece a priori un rival accesible para que el Real Zaragoza, por fin, logre encontrar la gatera de los triunfos en casa. Algo que se le olvidó tras el estreno de la competición en agosto, va ya para 4 meses. Tras ganar ese día 2-1 al Majadahonda, el récord negativo habla de 7 partidos consecutivos sin victorias ante la sufrida afición blanquilla, pinchazos ante Las Palmas, Lugo, Osasuna, Tenerife, Granada, Mallorca y Cádiz. Las excusas hablaron unas veces de que el rival era uno de los grandes, otras de que venía enrachado. Cuando no, de que era un equipo que algún día tenía que espabilar. Esta vez, siendo el penúltimo el que visitará La Romareda, parece de sentido común colegir que se trata de un contrincante atorado, flojo de remos y, por qué no, ligeramente inferior al Real Zaragoza por puro baremo. En un caso de máxima necesidad y pudiendo elegir, seguro que el Córdoba estaría siempre por delante de los otros visitantes que han venido por Zaragoza últimamente.

También tendrá el nervioso y alborotado Real Zaragoza del presente la posibilidad de aprobar otro de sus suspensos de severas consecuencias que abarca desde que la liga empezó en verano: lograr, ante el Córdoba, que un visitante no marque gol en la portería zaragocista. Un mal, una rémora nociva que todos los demás sí han logrado, para perjuicio notable de los blanquillos.

En lo referente únicamente a la era Alcaraz, que ya alcanza el mes y medio de vivencias, el Córdoba parece un rival ideal para que el técnico granadino logre evitar un defecto mayúsculo que está arruinando la mayor parte de sus puestas en escena como zaragocista: en sus 6 partidos al frente del banquillo, los 6 adversarios se han adelantado en el marcador, bien con el 0-1 en La Romareda, bien con el 1-0 jugando el Zaragoza fuera de casa. Y, en 5 de esos 6 envites, los goles que pusieron todo cuesta arriba llegaron en los primeros 20 minutos (si no antes), para descarrilar las intenciones del equipo aragonés de manera prematura. Solo en Tarragona lograron remontar para ganar, justamente ante el otro equipo muy deficiente de la temporada, el Nástic, por lo que esta visita del Córdoba anima a pensar que hay más posibilidades de un renacimiento zaragocista que en jornadas precedentes ante contrincantes de mayor enjundia.

Este Real Zaragoza-Córdoba, por todo lo bajo de la tabla y lleno de minas para ambos contendientes, tiene ese aliciente extra para los necesitados protagonistas del equipo aragonés: ver cómo se desenvuelven en casa ante uno de los pocos equipos que, hasta ahora, se han mostrado con peores trazas que ellos en el primer tercio del campeonato. Interesante examen.

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