Prosigue el sinfín de noticias inoportunas de índole deportiva en torno a asuntos cruciales del Real Zaragoza del futuro inmediato, informaciones que surgen de grifos ajenos en medio de la disputa de la competición más crucial para la vida de la SAD zaragocista, la promoción de ascenso a Primera División. Flujos incontrolables que, sin remedio, deben ser recogidos en Zaragoza porque, cuando un volcán erupciona, hay que contarlo aunque no sea cuestión de buen gusto para nadie, mucho menos para los afectados directamente por el seismo. No por callarlo van a dejar de salir cenizas, ríos de lava y fumarolas de su cráter.

En definitiva, que el Real Zaragoza va a continuar su pelea por ascender a Primera rodeado de inputs inapropiados, inconvenientes, fuera de sitio, que los futbolistas, el cuadro técnico y los ejecutivos del área deportiva van a tener que soportar, lidiar y asumir de la mejor manera que puedan para que no haya interferencias, ruidos y despistes letales en los próximos días. Sabido ya desde la semana pasada el compromiso de Natxo González con el Deportivo de La Coruña para el año que viene, conocidos los campanazos de que el Espanyol tiene a Lalo Arantegui en primera línea de su listado de directores deportivos para tomar el timón del club catalán cuando llegue el día 1 de julio, este jueves 7 de junio ha corrido como la pólvora el nombre del que tiene casi todos los boletos para ser el entrenador zaragocista la temporada que viene: el vasco, donostiarra, Imanol Idiakez.

Realmente, no existen precedentes en la historia moderna del Real Zaragoza relativos a una situación semejante. La de tener que jugarse la vida de la SAD, porque algo así significa un ascenso a Primera División en este junio de 2018, con un tiroteo de noticias que impactan de lleno en figuras clave del club, su entrenador aún vigente, su director deportivo, el entrenador que viene... Por lo que sea, a los regentes de estas cuitas les está resultando imposible controlar la cautela, la prudencia o el silencio elegante desde diferentes cañones informativos que están poniendo al vestuario zaragocista en una difícil tesitura ante partidos cruciales de promoción hacia la élite del fútbol español.

Cada vez, la digestión de la realidad se hace más pesada. Un curioso caso que quedará para la posteridad, tanto si el Real Zaragoza logra el éxito dentro de 9 días, como si se queda por el camino y ha de seguir en Segunda por 6º año consecutivo. Parece mentira que pueda estar pasando esto, pero es una realidad indeleble.