Un Zaragoza a lo grande

Al Zaragoza se le ha puesto un imponente rostro de animal competitivo. Tiene sus deslices, como contra el Sevilla Atlético, porque en esta Segunda no hay camino libre de piedras. No es que las haya más grandes o pequeñas, es que existen muchas, como bien pueden confirmar esta jornada Valladolid o Cádiz. Y así le sucedió también en su día al Zaragoza con el colista. Pero su reacción inmediata a aquella derrota ha estado a la altura de su segunda vuelta. Victoria trabajada en León y triunfo incontestable contra el Huesca. Esto tiene una rápida traducción: el Zaragoza lleva sumados 31 puntos en 13 jornadas de la segunda vuelta. Ha ganado 10 partidos, empatado 1 y perdido 2. Son números supersónicos en esta Segunda División de rangos diluidos, tan igualada, abierta, imprevisible y propensa a los empates y las dinámicas irregulares. El Zaragoza está marcando la diferencia a base de triunfos y alcanza el punto caliente de la temporada en un estado pletórico a todos los niveles: competitivo, táctico, individual y emocional. Está para opositar a todo.

El triunfo contra el Huesca le consolida en la zona de promoción. Ahora es quinto, y lo más importante: comienza a abrir algunas brechas con los perseguidores. A Osasuna y Valladolid ya les saca cuatro puntos. A Oviedo y Granada, dos puntos. Este es el objetivo prioritario del conjunto de Natxo: afincarse en zona de play off y ensanchar una distancia de seguridad con los demás candidatos. Luego viene lo demás. El caramelo más dulce y el deseo más jugoso. El Zaragoza están en disposición también de optar al premio gordo a falta de todavía ocho jornadas. Son 24 puntos.

Con su ritmo actual de puntuación, si lo mantiene, tendrá, al menos, ganado el derecho a soñar con un ascenso directo. Lo dicen los números: el Cádiz a dos puntos, el Huesca a tres (con un partido más) y el Sporting y el Rayo a seis, a dos partidos y con ambos pendientes las citas de la segunda vuelta, en Vallecas las próxima semana y en menos de un mes con los asturianos en La Romareda. Pero el argumentario del Zaragoza para creer que es un aspirante a todo está en esos números, en su dinámica, en su fútbol, pero sobre todo en su corpulencia competitiva.

Precisamente contra los equipos mayores de la categoría es cuando al conjunto aragonés mejor temperatura le coge la maquinaria de su fútbol. Durante esta segunda vuelta, de los rivales directos, solo el Granada le ha tosido. Al resto de aspirantes, el Zaragoza les han conquistado la victoria. Ganó al Oviedo, venció en casa de Osasuna y de Numancia, se impuso al Lugo cuando estaba en su terreno, también tumbó al Tenerife…

Precisamente, a Rayo Vallecano y Sporting también les ganó los enfrentamientos de la primera vuelta. Y justamente ambos equipos, los dos primeros, dueños ahora del coto del ascenso directo, están en el horizonte del Zaragoza. En las próximas tres jornadas, los de Natxo González visitan Vallecas -un duelo que puede disparar por completo al equipo aragonés-, reciben al Almería y viajan a Reus. Es el tríptico que puede dejar al Zaragoza con los sueños encendidos, un tramo que puede ser decisivo a la hora de definir el objetivo final. Luego, recibe al Sporting y viaja a Cádiz, pasaje previo al sprint final de la liga, con dos partidos seguidos en La Romareda, frente a Albacete y Valladolid, y una jornada final en el Mini Estadi, contra el Barcelona B.

El calendario aún le reserva al Zaragoza curvas peligrosas. Rayo, Sporting y Cádiz, especialmente, calibrarán hasta dónde puede llegar. Los grandes de la temporada dirán si el Zaragoza es uno de ellos o no. De momento, va en el buen camino.