La eclosión de Pombo

Los goles del canterano elevan la figura del delantero a la vez que impulsan al Zaragoza. En Soria firmó dos tantos tan importantes como los cinco que lleva en este curso

Raúl Guti y Jorge Pombo, en el entrenamiento matinal del domingo.
Raúl Guti y Jorge Pombo, en el entrenamiento matinal del domingo.
Raquel Labodía

Pombo dejó en Los Pajaritos dos motivos más para creer en él y en el Real Zaragoza. Sus goles estiraron su racha y la del conjunto aragonés, que por fin se ha declarado creyente y aspirante a todo. Se está convirtiendo en un jugador importante. Ya lo es. Además, sus exhibiciones particulares refuerzan al colectivo. Van de la mano Pombo y el equipo del león rampante. Y apunta muy alto Pombo. Tanto como el Zaragoza.

No es un tipo sencillo Pombo. Tampoco es un jugador normal. Nunca la genialidad estuvo unida (ni ligeramente relacionada) con la normalidad. Sus gestos técnicos pertenecen a otro territorio, al reducido y privilegiado espacio en que habita la belleza. Para el gran público, su irrupción representa algo nuevo. Para los amantes del fútbol de formación, no. Pombo siempre destacó, aunque nunca ofreció una prestación regular. La actual, desde luego, tampoco lo es: es sobresaliente.

Ahora le entienden (le entendemos) y lo disfruta el zaragocismo. Sus cinco goles como cinco soles, anotación solo superada por el ariete Borja Iglesias, confirman su rol en el colectivo. Goles y goles. Goles que engordan estadísticas, goles que ganan partidos. Los de Pombo están siendo todos goles ganadores. Y no solo ganadores cuando la corriente por fin ahora es favorable, como anteayer, sino cuando más había que remar, cuando había que marcar para escapar de la quema.

Abrió la cuenta este curso en el frío noviembre, con un Natxo dándole vueltas y más vueltas a un Zaragoza desorientado. Su primera taba impactó en el Rayo, que cayó en La Romareda (3-2) después de darle un repaso por su sitio al conjunto aragonés. Afortunadamente, venció el Zaragoza gracias al gol de Pombo. La serie de goles con valor triple de Pombo continuó en 2018, tumbando al Tenerife en el inicio de la segunda vuelta (1-0). Gol y otros tres puntos para intentar aproximarse a la tierra prometida, entonces situada en la zona media. Se repitió la fórmula ante el Córdoba. Otro 1-0 con gol de Pombo. También Cristian Álvarez paró un penalti en ese encuentro; pero el Zaragoza ganó con gol de Pombo. Otro tres puntos para huir de la Segunda B. Qué importantes fueron esos goles. No debemos olvidarlo ahora que perseguimos otras metas.

Ya van tres goles y nueve puntos. Los dos últimos en liga los firmó el sábado pasado en Los Pajaritos. ¿Marcador? 1-2. Otra vez Pombo. Una docena de puntos llevan su rúbrica. En la web del Real Zaragoza también se le concede el segundo tanto logrado ante el Oviedo, pues fue el último jugador zaragocista en tocar la pelota; pero tanto la Federación Española como La Liga y el mismo árbitro del careo (Vicandi Garrido) se lo otorgan el defensor Forlín, que en verdad fue el último jugador que tocó la pelota antes de introducirse en la portería asturiana.

Con o sin gol ante el Oviedo, el aporte de Jorge Pombo está resultando fundamental en la crecida del Real Zaragoza. Qué mejor indicador que futbolista y colectivo crezcan a la misma velocidad, en el mismo lapso de tiempo, de la mano.

Y de la mano alcanzarán otros objetivos, seguramente más elevados. Seguramente, no: seguro. Lo percibimos después de haber disfrutado del talento del niño que pronto abandonó el Stadium Casablanca para firmar por el Amistad, en ese equipo alevín que reunió a Óscar Whalley, Diego Pina, Bruna, Javier Oliván, Fran Lázaro, Joel Valencia, Daniel Pardeza, Franco Gauna, Diego Suárez, Sergio Escuder, Daniel ‘Magic’ Lasure... Muchos de ellos pasaron al Zaragoza, en una hornada de la Ciudad Deportiva tan rica como los nombres de la anterior enumeración denotan.

Progresó Pombo, aunque nunca estuvo demasiado claro su salto a la elite. Incluso en juveniles fue cedido al Amistad de Rafa Latapia. Regresó para brillar en el filial, del que ya era fundamental con Larraz en Segunda B en 2014. También lo fue con Láinez, que lo puso en su debut como técnico del primer equipo en Elche. Victoria clave. Y gol de Pombo, por supuesto. La misma receta que este curso. La receta del gol. La receta de Pombo.

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