Frente al Lugo, a reparar los chispazos de Alcorcón

Igual que a la afición zaragocista le dolió el mal partido que cuajó el equipo en Alcorcón el pasado fin de semana (pese al 1-1 final que dejaba un punto positivo en las alforjas del Real Zaragoza), al equipo le generó resquemor observar la reacción airada de muchos de los seguidores desplazados al campo de Santo Domingo, que quedó patente a la conclusión del choque con reproches explícitos contra el entrenador y la propia plantilla. Fue una sensación rara para los protagonistas porque, hasta ahora, la paciencia y la comprensión de la hinchada zaragocista con la situación de dificultad que vive el equipo en muchos de los aspectos del día a día habían prevalecido sobre las críticas sonoras desde las tribunas. Ni en La Romareda, ni fuera de ella.

Por eso, una de las misiones que se ha marcado el grupo de jugadores y el cuerpo técnico del Real Zaragoza de cara al partido de este domingo ante el Lugo en el estadio zaragozano (20.30) es reparar esos chispazos que emergieron en Alcorcón y retomar la sintonía de normalidad que ha imperado durante el primer tramo de la temporada entre el equipo y la grada. Javi Ros, uno de los capitanes, portavoz de la caseta este jueves, así lo explicó: “Los cánticos del otro día no son agradables. Pero yo me quedo con otro tipo de cánticos, que también los hubo, de ánimo. La gente estuvo apoyando al equipo, lo notamos, nos ayudaron. En este sentido, a la afición no tenemos nada que reprocharle”, expuso Ros.

Respecto de la figura de Natxo González, que sintió en Alcorcón las primeras censuras nominales desde el grupo de casi 600 zaragocistas que hasta allí se desplazaron, Javi Ros dijo que nada ha cambiado en cuanto a su talante durante la semana y que su intención es proseguir adelante con calma para lograr enlazar la tercera victoria consecutiva en La Romareda en este primer mes y medio del año nuevo: “Al entrenador lo vemos bien. Con ganas de trabajar. Bien, tranquilo", respondió con concreción en centrocampista navarro.