El lado oscuro

La actuación del equipo y la precariedad de la plantilla siembran dudas en este Real Zaragoza.

Real Zaragoza - Barcelona B
Real Zaragoza - Barcelona B_5

Una derrota que siembra dudas. Paco Herrera había anunciado en la antesala del duelo con el Barcelona B la importancia de ganar. No se recató: "Es un partido vital para el Real Zaragoza". Y esa trascendencia se multiplicaba después de los triunfos del Deportivo, del Sporting y del Éibar. El carril del ascenso exigía los tres puntos.


El Real Zaragoza no los buscó en La Romareda. Fue un equipo movido por los hilos de un Barcelona B que se mostró mucho más sólido, maduro y experto que una escuadra blanquilla que ejerció de marioneta.


Es verdad que se trata sólo de un partido. Pero el duelo pone de relieve la profunda endeblez de la escuadra. Venía la formación blanquilla de una gran línea de resultados y de juego. Que se ha quebrado ante la inseguridad defensiva y, de paso, el rigor táctico de un grupo de chavales llamados a ser grandes.


La ausencia de Arzo perturbó por completo al equipo. Al Real Zaragoza le faltó equilibrio atrás, consistencia en la medular e inquietud ofensiva. Fue zarandeado por un rival al que sólo pudo frenar el partidazo de Leo Franco, indiscutible protagonista del encuentro. 


Se abren muy serias dudas para Paco Herrera que, ante la precariedad de la plantilla y las lesiones, no puede permitirse el lujo de flirtear con la frivolidad de dejar fuera del equipo a Paredes ni a José Mari. Y deberá plantearle a Pitarch si también ha de recuperar a Movilla.


El Real Zaragoza se desangraba por todas sus líneas. Y la hemorragia exige una intervención profunda; perdida ya además la posibilidad de acudir al mercado de invierno. Es la otra cara, el lado oscuro de este Real Zaragoza.