El comprometido discurrir del Real Zaragoza por la Segunda División empuja este sábado al equipo aragonés a Jaén. La escuadra de Paco Herrera, rejuvenecida por la incorporación de los chavales Tarsi Aguado, Diego Rico y Diego Suárez, desgastó más de 650 kilómetros en autocar para desembarcar en la capital jienense. En el estadio de La Victoria, el cuadro blanquillo no disputa un duelo normal. Allí se juega el futuro Paco Herrera y se enjuicia la misma esencia del proyecto deportivo del Real Zaragoza.

Recorrido ya un tercio de Campeonato, nadie esperaba que el cuadro blanquillo deambulara con pena y sin gloria a un paso de los puestos de descenso. La absurda línea del equipo ha de resolverse hoy ?como primera medida-; en caso contrario, con el ultimátum en su bolsillo, Paco Herrera se bajaría del tren zaragocista. Un convoy que en este momento vuela camino del descarrilamiento?

No es el técnico el principal culpable de la situación; le anteceden un buen puñado de responsables. E incluso apena ver la actitud de muchos jugadores, que no son capaces de percibir la trascendencia de lo que está en juego en la escuadra blanquilla. Pero el fútbol tiene sus leyes; y quienes viven en él las conocen de sobra: el señalado es el entrenador.

Ganar es el salvavidas, siquiera momentáneo, del entrenador catalán. El cuadro blanquillo acapara virtudes más que suficientes para doblegar a un Jaén en línea ascendente, pero a mucha distancia de las posibilidades del conjunto aragonés. A cambio, como ya ha ocurrido en otros duelos, puede recurrir a la entrega, la lucha, el ánimo de victoria? enemigos de calado para la formación blanquilla. Esos equipo que, como dice el técnico, se atragantan al Real Zaragoza.

La mutación es segura. El equipo aragonés precisa frescura, cambio de aires, darle la vuelta al alma para encontrar el escudo y los colores de ese Real Zaragoza que merece llevar ese nombre.

La caída de la lista de Acevedo, Paglialunga, Abraham y Montañés, junto a las ausencias de Porcar y Ortí ?por decisión técnica-, ofrecen un abanico de posibilidades. Lo natural es que Rico ocupe el lateral izquierdo, con Cortés en la otra banda y Álvaro y su pareja ?Laguardia o Paredes- por el centro.

A partir de ahí, todo es especular. Herrera tiene que cambiar; y dispone de material para ello. José Mari y Movilla han sido clásicos mediocentros. Pero el entrenador tiene otras opciones. En realidad, da la impresión de que solo Henríquez, que está varios peldaños por encima de sus compañeros y se lo gana jornada a jornada, debe ser fijo en el esquema del técnico catalán.

El Real Zaragoza debe preocuparse de sí mismo. Pero tendrá enfrente a un equipo en racha y muy motivado, en una gran línea de juego. El partido ante el conjunto aragonés es un estímulo para los andaluces, que quieren mantener su línea de juego. Entre los jienense destaca el delantero Jona, que ha marcado en los últimos seis duelos del equipo. El ambiente, como es natural, será de gala en el campo de La Victoria.

Ganar es lanzarle un cabo a Herrera. En esta institución desordenada, la compleja situación institucional se ha filtrado otra vez en el vestuario. Estamos en la antesala de la crisis de cada año en el Real Zaragoza de Agapito Iglesias. De momento, ganar en Jaén facilitaría una bombona de oxígeno.

Alineaciones probables:

Real Jaén: René, Gaitán, Hugo Álvarez, Servando, Nando; Quesada, Juanma, Víctor Curto, Jozabed, Machado; Jona.

Real Zaragoza: Leo Franco; Cortés, Alvaro, Laguardia, Rico; José Mari, Cidoncha o Movilla; Barkero, Roger o Diego Suárez, Víctor Rodríguez; y Henríquez.

Árbitro: Valdés Aller (Comité Castellano-Leonés).

Estadio: La Victoria.

Hora: 18.15 (La Sexta).