Real Zaragoza

La necesidad del Real Zaragoza se detiene en Jaén

El Real Zaragoza precisa una victoria en la ciudad andaluza para salir de su delicada situación. En caso contrario, el futuro de Paco Herrera resultaría complicadísimo.

Partido de Segunda División entre el Real Zaragoza y el Numancia en La Romareda
Real Zaragoza - Numancia_6
TONI GALAN/A PHOTO AGENCY

Jaén. Última estación. El Real Zaragoza visita este sábado el estadio de La Victoria con un único signo posible en la quiniela, el '2'. Solo el triunfo ante la formación andaluza daría un poquito de paz a una escuadra acogotada por los malos resultados y en una situación delicadísima cuando ya ha discurrido un tercio de Campeonato.


La entidad ya ha brindado un ultimátum al técnico. La dolorosa derrota ante el Numancia y, sobre todo, la sensación de impotencia que envuelve al equipo, ha obligado al entorno directivo a mover ficha. La situación de Paco Herrera se ha vuelto singularmente complicada, sobre todo tras los últimos cuatro partidos, en los que ha tenido las cosas de cara, pero el Real Zaragoza se ha mostrado incapaz de sostener los resultados. Dos puntos de doce posibles es el tremendo bagaje de la escuadra.


Se la juega Paco Herrera y se la juega el Real Zaragoza. Se asoma el mes de diciembre y con él, la crisis de cada año. Por eso, la victoria se hace irrenunciable; el equipo aragonés no puede anclarse en la nada o, lo que es aún peor, en los puestos en los que se mueve en la actualidad y en donde no está preparado, ni de lejos, para competir.


El equipo vive una situación de bloqueo del que Paco Herrera debe rescatarlo. No cabe duda de la que la escuadra disfruta de argumentos de garantía para salir de la situación. Pero es necesario que alguien asuma el mando, que se tire del carro, que se asuma la responsabilidad de ganar. Y hasta ahora casi nadie ha sido capaz de afrontar ese reto.


Los cambios resultan tan esperados como ineludibles. El equipo, perdido y desnortado, precisa un cambio de mentalidad, una frescura que hoy no pueden ofrecer la mayor parte de los que se alinean en la formación titular del equipo aragonés. Ha de ser Herrera el que mueva ficha; y tiene claro que de esa decisión depende también su futuro. 


El técnico no va a contar con Montañés, por el problema de una posible recaída, ni con Acevedo, lesionado en el partido con el Numancia. Además, se ha caído el lateral Abraham, que sufre una lesión muscular, según anunciaba este jueves el Real Zaragoza a través de su página oficial. A estas obligaciones del guión, Paco Herrera debería incorporar otras mutaciones. Aunque más que de piel, lo que ha de cambiar es el alma del Real Zaragoza.