fútbol

Los espejos del Barbastro

Los rojiblancos, a la espera de recibir el domingo al FC Barcelona, se fijan en los precedentes de grandes sorpresas en el torneo copero.

Los futbolistas de la UD Barbastro, en el entrenamiento de este viernes.
Los futbolistas de la UD Barbastro, en el entrenamiento de este viernes.
UD Barbastro

Los futbolistas de la UD Barbastro expresan la ilusión por afrontar el domingo el partido más importante de sus vidas frente a la terca realidad que impone el FC Barcelona (21.00). Ante un potencial infinitamente mayor, las alas que les brindarán los 6.000 aficionados que abarrotarán el Municipal. La artesanía de un sueño frente a la industria pesada de un club con poco que ganar y mucho que perder en esta eliminatoria de la Copa del Rey. La historia del torneo ofrece espejos para la esperanza, sorpresas que salpican y manchan las andaduras tanto del conjunto catalán como del Real Madrid, que se han llevado algún que otro revolcón por parte de equipos modestos.

Franki Carbonell, autor del gol del triunfo ante el Almería, pasaporte a esta cita histórica para la ciudad del Vero, señalaba tras el entrenamiento de este viernes que percibe "mucha ilusión entre sus compañeros": "Queremos estar todos perfectos y darlo todo. Para nosotros es un partido especial ante un rival top y vamos a salir igual que en un partido de liga".

La sorpresa más reciente se produjo hace tres años, cuando el Real Madrid perdió ante el Alcoyano por 2-1. En aquel encuentro disputado en El Collao el 20 de enero de 2021 participó un futbolista aragonés. Ramón López, hoy en las filas del Ejea, jugó 38 minutos y vio una cartulina roja que le impidió terminar la prórroga durante la que los locales confirmaron una victoria insospechada y que puede servir como referencia, al menos, en la que inspirarse. El serrablés recordaba que aquel hito se fraguó en "jugar sin miedo". El Alcoyano había superado en la ronda previa a la SD Huesca, entonces en Primera, como el Barbastro hizo hace unas semanas con el Almería.

"Sabíamos que teníamos delante a uno de los mejores equipos del planeta; pero también sabíamos que, si teníamos miedo, estábamos perdidos. Salimos muy concentrados, muy serios. Encajamos el gol y no nos vinimos abajo, y logramos empatar y llegar a la prórroga. Después, aguantamos en pie cuando ellos pusieron a todo lo mejor para intentar ganar. El triunfo anterior ante el Huesca tuvo mucho mérito, pero es que ganarle al Real Madrid es lo más", apuntaba entonces Ramón López. La gesta les llevó a la ronda de los octavos de final, de donde les apearía el Athletic de Bilbao. Pero la historia ya estaba escrita, la misma que quieren perseguir ahora los del Somontano delante de un FC Barcelona que también ha padecido noches negras en el torneo.

Desde que en la temporada 2019-20 se adoptó el actual formato, se ha estimulado la posibilidad de que los clubes humildes se midan a rivales de Primera. Protegiendo, eso sí, a los grandes de un debut temprano en la Copa y, por tanto, de la posibilidad de la sorpresa. La del Alcoyano fue la última; antes, el Real Madrid padeció noches para el olvido ante el Real Unión de Irún y el Alcorcón y el FC Barcelona tuvo un inicio de siglo XXI complicado. Los blaugranas han ganado el título en 31 ocasiones, lideran el palmarés, y han sido subcampeones once veces. Pero saben lo que es fracasar de manera estrepitosa.

Entre los años 2001 y 2004 cayeron en tres ocasiones contra equipos de Segunda B. Los verdugos, el Figueres (1-0), el Novelda (3-2) y la Gramenet (1-0). Como anécdota, el entonces presidente del FC Barcelona, Joan Gaspart, afirmó que después de haber perdido con el Figueres habría preferido haberlo hecho «con un equipo como el Huesca ante que con uno catalán». El fútbol les uniría años después.

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