copa del rey

UD Barbastro, un sentimiento que traspasa generaciones

Siete aficionados del Barbastro, con edades desde 29 a 85 años, repasan sus recuerdos más icónicos junto al equipo del Vero y analizan la histórica y difícil eliminatoria contra el FC Barcelona.

Adrián Ballabriga, Manu Pueyo, Jose María Pintado, Miguel Pintado, Jose María Lacambra, Andrés Masgrau y Carmelo Uruel, en el mirador de la Cruz del Terrero.
Adrián Ballabriga, Manu Pueyo, Jose María Pintado, Miguel Pintado, Jose María Lacambra, Andrés Masgrau y Carmelo Uruel, en el mirador de la Cruz del Terrero.
Heraldo

Hay quien todavía defiende la vulgar tesis de que el fútbol no es más que un deporte donde 22 personas en pantalón corto (hombres y mujeres) persiguen un balón. Para desmontar esta burda teoría, basta con pasear estos días por la noble ciudad de Barbastro, donde miles de personas sueñan con tumbar este domingo (21.00) al FC Barcelona en la Copa del Rey. Siete de ellas, pertenecientes a distintas generaciones, se reunieron a petición de este periódico para conocer e intercambiar sensaciones a pocas horas del histórico encuentro.

Carmelo Uruel, de 83 años, fue directivo del Barbastro y sigue al equipo desde que era un chaval. «Empecé a ver los partidos con 10 años desde el mirador de la Cruz del Terrero, cuando jugaban en el anterior campo. Con 20, viajaba con los jugadores y colaboraba en las retransmisiones radiofónicas de la época», comenta Uruel, que asistirá al partido junto a su mujer. «A ver si Franki (autor del tanto contra el Almería)vuelve a marcar», apostilla.

A su lado, José María Lacambra, de 85 años, sonríe al evocar los «viejos tiempos» en los que comenzó a seguir al conjunto del Vero. «Iba al campo viejo de los militares y, desde entonces, no me pierdo casi ninguno. Cuando vi el sorteo, pensé la suerte que habíamos tenido los humildes de jugar contra los grandes», explica.

Sobre el choque contra el Barça, es consciente de la enorme dificultad que entraña eliminar a uno de los equipos más poderosos de Europa. «Ellos tienen un 99,9% de opciones de ganar, pero nosotros un 0,01%. Debemos aferrarnos a ellas. Al final, el fútbol es 11 contra 11... hay que confiar», considera.

El dramático duelo de Tardienta

El más joven de la reunión, realizada en el mirador de la Cruz del Terrero, es Manuel Pueyo, miembro de las categorías inferiores y portero de la primera plantilla durante dos temporadas. «Fueron años complicados. Tras una mala gestión, el club quedó condenado al abismo, sin jugadores y con una gran deuda. Un grupo de gente arrimó el hombro desinteresadamente para rescatar al equipo», señala el aficionado, de 29 años.

Su recuerdo más duro pertenece a la temporada 2015-16, cuando los rojiblancos viajaron a Tardienta con el serio riesgo de bajar la persiana para siempre. «Fue un partido agónico, solo nos valía ganar. Si no, hubiéramos descendido y el club hubiera desaparecido. Al final ganamos y lo celebramos de lo lindo. Después de siete años, es casi inimaginable lo que está viviendo ahora el Barbastro. Ojalá este ‘boom’ de la Copa sirva para reenganchar a la afición», anhela.

En la pandemia, con escalera

A sus 31 años, Andrés Masgrau es junto a su hermano Jorge otro fiel aficionado del equipo de fútbol de Barbastro, con el que asegura haber vivido ya «infinidad de momentos». «Me acuerdo de la eliminatoria de Copa, precisamente, contra el Tarrasa. Los eliminamos en los penaltis con un ambientazo en el campo», afirma el también orgulloso hincha del Zaragoza.

Su pasión por el fútbol no entiende de fronteras ni de pandemias. De hecho, durante la reciente crisis sanitaria del covid-19, el seguidor asistía al Municipal de Barbastro para ver los partidos, a pesar de que las gradas permanecían vacías por indicación de las autoridades. «Cogía una escalera y veíamos el fútbol por encima del muro del campo», recuerda Masgrau, colaborador indispensable para la ejecución de este reportaje.

«Ganar a la Ponferradina fue un alegrón tremendo, lo del Almería casi ni nos lo creíamos y ahora va a venir el Barcelona. Ganar será muy complicado, pero estoy seguro de que vamos a competir y tener alguna opción», pronostica.

La peña El Terrero

Adrián Ballabriga es, a sus 35 años, árbitro de fútbol del colegio aragonés. Sin embargo, cuando apenas tenía 17, fundó la peña El Terrero con la única finalidad de animar al equipo de su localidad. «Se creó un gran ambiente y fue un año muy bonito. Dábamos color al campo con banderas, bombos e incluso algún tifo», señala Ballabriga, que entre 2008 y 2013 colaboró con diferentes emisoras locales retransmitiendo los partidos del Barbastro.

Quienes tampoco se han perdido muchos encuentros de su equipo son los hermanos Pintado Bescós, que ya asistían al campo de fútbol junto a sus padres cuando apenas eran unos niños. «Uno de nuestros recuerdos más especiales es el minuto de silencio que se guardó en el Municipal cuando falleció nuestro padre, fue un detallazo del club», dice José María.

Miguel, por su parte, señala que su familia siempre ha estado junto al Barbastro, «ya sea como socios o patrocinadores». «Hemos atravesado momentos muy complicados, pero ahora tenemos una oportunidad histórica para hacer algo grande. Apelo a la suerte para eliminar al Barcelona», finaliza.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión