Si nada se tuerce en los próximos días, el Fuentes de Ebro disputará su eliminatoria de Copa del Rey ante Osasuna en San Miguel. Después de la primera visita a las instalaciones de la Real Federación Española de Fútbol, el optimismo y las “buenas sensaciones” reinan en la localidad ribereña. Eso sí, al mismo nivel que la “cautela”, ya que todavía falta recibir la autorización definitiva que llegará, previsiblemente, a lo largo de esta semana.

Este martes por la mañana, la RFEF ha revisado al completo la instalación municipal donde todos los equipos de fútbol de Fuentes disputan sus partidos como local. Se trata de un pequeño y humilde campo de fútbol propio de categoría regional, con un césped artificial en perfecto estado, después de ser renovado hace solo un año.

De nuevo, mañana miércoles está previsto que otro responsable de la Real Federación Española de Fútbol viaje hasta la localidad zaragozana para terminar de evaluar qué mejoras son indispensables para la disputa del encuentro, que ha despertado una gran expectación en Fuentes de Ebro. “Cumplimos bastantes requisitos. La voluntad del Ayuntamiento y del club es jugar aquí”, explica la alcaldesa, María Pilar Palacín.

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Las principales adecuaciones que deberá acometer el Consistorio, propietario de la instalación, serán en materia de iluminación y de graderío. El capitán del equipo, Adrián Garín, aspiraba este lunes a reunir a cerca de 3.000 aficionados en las gradas de San Miguel. "Se escachará de gente. Con las medidas que quieren tomar, rondaremos los 3.000 espectadores. Ver eso será impresionante, por ganas no va a ser", recordaba el jugador.

La eliminatoria de Copa del Rey ante Osasuna es el encuentro más importante en la historia del Fuentes, que accedió a esta eliminatoria después de superar al Amigó navarro (0-3).