El fútbol vuelve a mirar a los despachos. Y, en este caso, a los pasillos del Congreso de los Diputados. La tramitación parlamentaria de la Ley del Deporte ha vuelto a sacudir los cimientos del balompié español, hasta el punto que la gran mayoría de los clubes profesionales -todos salvo el Real Madrid, el Barcelona y el Athletic de Bilbao- podrían decidir este jueves ir a la huelga. En Aragón los actores implicados se han alineado con el grueso del fútbol español para pedir una ley “para todos”, en contraposición a una normativa que, según opinan, está pensada para los grandes.

El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó el anteproyecto de la nueva Ley del Deporte en diciembre del año pasado. Entre otros objetivos, se pretendía regular la figura del deportista, incrementar el control sobre las entidades deportivas y favorecer el deporte femenino y el deporte inclusivo. Una vez aprobado este anteproyecto, el PP y el PSOE pactaron presentar una serie de enmiendas a la ley, planteadas por LaLiga. Sin embargo, los populares (de acuerdo con los socialistas) han decidido retirar esas modificaciones al texto legislativo, supuestamente por la presión de los clubes grandes, especialmente el Real Madrid.

39 de los 42 clubes profesionales ven que, si la norma se mantiene tal cual, perderán seguridad jurídica en la explotación comercial de sus derechos de televisión; también creen que favorecerá la creación de la Superliga, tan anhelada por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ya que una de las enmiendas pretendía impedir que jugaran en la Liga los clubes que compitan en torneos no reconocidos por la Federación Española, la UEFA y la FIFA; y, por último, exigen un informe previo y favorable de la patronal a los cambios normativos que decida la Federación Española de Fútbol (FEF) y que puedan afectarla. El objetivo es que LaLiga no se quede sin la capacidad para fijar horarios y fechas de los partidos del campeonato ni con el control disciplinario de la competición.

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Las posturas, de momento, están claramente enfrentadas. Tanto en la jornada de hoy como en la de mañana se van a suceder los contactos para trata de evitar llegar a una situación sin vuelta atrás. Si no se pone remedio, el cierre patronal de los clubes parece irreversible. Se decidiría este jueves en la asamblea extraordinaria de LaLiga, que reunirá a todos los clubes de Primera y Segunda División. Si se paraliza el fútbol, el primer efecto se vería en el Tenerife-Real Zaragoza, programado para el viernes a las 21.00.

En este enconado conflicto, el fútbol aragonés afectado se ha posicionado de forma clara con el amplio grupo de equipos que reclaman una reforma de este proyecto de Ley. El Real Zaragoza publicitó su postura el lunes, al subir a sus redes sociales un cartel con el logo de LaLiga con la leyenda “Por una Ley del Deporte para todos los clubes”, que es el lema que está publicitando el organismo de Javier Tebas.

Algo más explícito fue el presidente de la SD Huesca, Manuel Torres, que intervino en televisión para hablar de este asunto antes del partido del pasado fin de semana. “El partido del Gobierno y el principal partido de la oposición tienen que ser conscientes de que este es un modelo eficiente, sostenible para los clubes y para el resto del deporte español”, dijo Torres. 

A su juicio, es “de sentido común” que el proyecto de ley tiene que cambiar. “No entenderíamos otro camino que no sea ese, porque se pueden crear nuevos modelos que para nada favorecen al fútbol español”, añadió en clara referencia a la Superliga.

La Federación Aragonesa de Fútbol también se pronunció ayer. En sus redes sociales, la entidad pidió a los partidos políticos “que no se dobleguen ante intereses ajenos al fútbol y mantengan la Ley del Deporte tal como está”. El presidente de la Federación, Óscar Fle, cree que la ley “debe favorecer el interés general del deporte” y que eso pasa, en el caso del fútbol, “por atender las demandas de las más de 1.100.000 licencias del fútbol aficionado que hay en España, y no los intereses de unos pocos en el ámbito del fútbol profesional, que precisamente debe potenciar su solidaridad y apoyo al fútbol aficionado”. 

Además, el presidente de la Aragonesa cree que la normativa “debe dar solución y seguridad jurídica a los miles de colaboradores que hay el fútbol base, reconociendo definitivamente su carácter voluntario y no laboral, eliminando la actual amenaza de desaparición de los clubes modestos”.