Pese a que la semana arrancó para el Real Zaragoza en la tarde del lunes con aires de normalidad –más allá de las dificultades del técnico por la marcha del equipo– en la planificación futbolística del equipo, en el fondo del entrenamiento subyacía la posibilidad de que el próximo fin de semana no haya fútbol por el cierre patronal de La Liga como protesta contra la Ley del Deporte que está en visos de aprobarse por el Gobierno.

Desde primera hora del martes y durante las próximas 72 horas se van a desencadenar reuniones, cumbres y acontecimientos que pueden derivar en el paro del fútbol profesional, lo que disolvería el viaje a Canarias. No es una cuestión menor este asunto para la logística del equipo blanquillo. La decisión definitiva de los clubes y SAD del fútbol español es algo que el Zaragoza espera conocer antes del jueves, para no viajar inútilmente a Tenerife, pues su partido es el primero cronológicamente de la jornada de Segunda. 

El club aragonés está alineado con los 39 de la LFP que defienden que la ley se quede como está, pues consideran que el proyecto que se pretende aprobar iría en contra de los intereses financieron que rigen hoy en día y podría desembocar en irreversibles problemas económicos para la mayoría de ellos. 

Se aguardan con sumo interés, por lo tanto, las decisiones e informaciones que van a surgir, con total seguridad, de las reuniones de altura que hay concertadas con los políticos en Madrid durante este martes, de lo que se debata en la Comisión Delegada de La Liga el miércoles y, si fuese necesario, de lo que acontezca en la Comisión Extraordinaria de La Liga del jueves. De llegar la resolución final en este último evento, el viaje del Real Zaragoza quedaría muy comprometido en su utilidad. Por eso, en la sede blanquilla se tiene fe en que todo se aclare con anterioridad.