Fútbol
Ocho aragoneses de Primera
Soro, Guti, Dani Calvo, Roberto López y Pombo incrementan la nómina de futbolistas de la Comunidad en la máxima categoría.
La actual Primera División cuenta con una nutrida representación de aragoneses que, de una forma u otra, se han convertido en parte importante de sus respectivos clubes. A pesar de que el Real Zaragoza compite por octava temporada consecutiva en Segunda y de que el Huesca no suma ningún futbolista local en su plantilla, hasta ocho jugadores de la tierra -la cifra más elevada de las últimas décadas- pasean el nombre de Aragón por los estadios de la máxima categoría.
Con el ascenso del Elche, que precisamente se cruzó en el camino del Zaragoza en el ‘play off’, y el Cádiz, tres jugadores de la Comunidad (Raúl Guti, Dani Calvo y Jorge Pombo) han pasado a competir en Primera. Y a ellos hay que sumar la llegada de Alberto Soro al Granada del también aragonés Jesús Vallejo; el emerger de Roberto López en el primer equipo de la Real Sociedad; y la permanencia de Víctor Laguardia y Jorge Miramón en el Alavés y el Levante, respectivamente.
Laguardia cumplió esta jornada, en el empate sin goles de los alavesistas contra el Getafe, su partido 200 con la elástica albiazul. El central zaragozano aterrizó en Mendizorroza en 2014 y suma siete temporadas en el club vitoriano, cinco de ellas (sumando la presente) en Primera División.
A sus casi 31 años, Laguardia acumula 17.544 minutos con el Alavés y próximamente superará a mitos de la entidad como Magno (208 comparecencias) o José María Erezuma (209), en una lista que lideran Martín Astudillo, con 346 duelos disputados, Pablo Gómez (295) y Manu García, único jugador en activo que lo supera con 282 actuaciones.
Antes de fichar por el Alavés, Laguardia debutó en la máxima categoría del fútbol español con el Real Zaragoza. Fue en agosto de 2009, en la campaña previa a sufrir una grave lesión de rodilla que lo mantuvo apartado de los terrenos de juego durante temporada y media. Seguidamente fue cedido a Las Palmas y al Alcorcón, hasta que en el verano de 2014, con el Zaragoza sumido en una convulsa situación institucional, fue traspasado al Alavés.
Allí, a pesar de haber tenido que superar otra intervención en la rodilla derecha que precisó de un largo periodo de duración, ha gozado de la confianza de los distintos entrenadores. El último inquilino del banquillo del Glorioso, Pablo Machín, lo ha utilizado como titular en los tres duelos ligueros disputados hasta la fecha.
Miramón, por su parte, dio el salto a Primera con el Huesca en el curso 2018-19, en el debut de los azulgranas en la máxima categoría. Tras confirmarse el descenso del equipo al final de esa misma campaña, el defensor zaragozano fue traspasado al Levante, donde cumple su segunda temporada. El año pasado jugó un total 32 partidos y en lo que va de liga ha partido como titular en dos de los tres compromisos que los granotas han jugado.
Nacido en 1989 como Laguardia, Miramón creció en las categorías inferiores del Stadium Casablanca, para después continuar su progresión en las canteras de Real Zaragoza y Atlético de Madrid. 127 partidos en la categoría de bronce (militó en el Andorra y el Lleida) terminaron de cuajarlo antes de hacer carrera en el balompié profesional. Leganés y Reus apostaron por él en Segunda, antes de que hace tres años le llegase la oportunidad de estrenarse en Primera con el Huesca de Leo Franco. Ahora, en su tercera temporada en la máxima categoría, compite con Coke Andújar por la titularidad en el lateral derecho.
Soro se une a Vallejo
Y por ese mismo carril, aunque considerablemente más adelantado, asomó el pasado domingo el ejeano Alberto Soro en su primera participación liguera con el Granada. El atacante ejeano jugó los últimos 20 minutos en el Wanda Metropolitano y dispuso de alguna ocasión para maquillar la goleada (6-1) encajada por los suyos frente al Atlético de Madrid de Luis Suárez.
Hace dos campañas que Soro pertenece al otro equipo de la capital, el Real Madrid, pero durante la primera de ellas permaneció cedido en el Real Zaragoza para que prosiguiera con su formación antes de dar el salto definitivo. Este verano, una vez que se confirmó que los zaragocistas iban a continuar en la categoría de plata, el conjunto merengue aceleró los movimientos para que el Granada fuese su nuevo destino a cambio de 2,5 millones.
Allí, Soro comparte vestuario con su amigo Jesús Vallejo, otro de los jugadores jóvenes que llamaron la atención del Real Madrid (verano de 2015) y no ha llegado a gozar de la continuidad requerida en Chamartín. Tanto es así que, a sus 23 años, ya ha jugado cedido en cuatro clubes (Real Zaragoza, Eintracht de Fráncfort, Wolverhampton y el propio Granada, donde milita desde el segundo tramo de la pasada campaña) y, a pesar de que su rendimiento ha convencido a Zinedine Zidane por momentos, nunca se ha asentado en el eje de la zaga madridista, con las lesiones como ‘hándicap’ habitual.
Surgido en el Club Deportivo Oliver y formado en la cantera del Zaragoza, Vallejo ha sido indiscutible en todas las categorías inferiores de la selección española, habiendo conquistado dos campeonatos de Europa (sub-19) y (sub-21). Esta campaña peleará por llamar la atención de Luis Enrique como defensor del Granada. Por el momento, ha actuado como titular en los dos primeros encuentros ligueros del cuadro nazarí.
Importante está siendo también el rol desempeñado por Jorge Pombo en el Cádiz. De hecho, en el arranque liguero en Primera viene gozando del protagonismo que no tuvo en el desenlace de la pasada temporada en Segunda. El atacante zaragozano disfruta la confianza del entrenador Álvaro Cervera y, hasta el momento, la está aprovechando. En la derrota contra el Osasuna fue el hombre más destacado de los amarillos; en Huesca se estrenó como goleador; y el pasado fin de semana, ante el Sevilla, volvió a formar parte del once titular.
Pombo es utilizado como interior izquierdo, aunque con libertad para bajar a recibir y lanzar la diagonal hacia adentro, posición en la que mejor rendimiento ofreció en el Zaragoza hasta que en enero pasado salió cedido al club andaluz con una cláusula en la que se establecía la compra obligatoria en caso de que subieran a Primera. El Zaragoza ha ingresado 1,5 millones en esta operación y al Cádiz, por el momento, le está saliendo bien la apuesta por un futbolista de acentuada personalidad.
Roberto López enamora
Al otro extremo de España, en la Real Sociedad de San Sebastían, también enamora el desparpajo de quien ya empiezan a considerar el nuevo Odegaard. Se trata del zaragozano Roberto López, máximo goleador del conjunto donostiarra con dos tantos (uno de ellos es para verlo repetido en bucle) y gran sensación de lo que llevamos de temporada.
Nacido en Zaragoza hace 20 años y formado como futbolista en el Amistad hasta recalar en Zubieta, López debutó en Primera en enero de 2019, pero no fue hasta este verano, y después de que se especulase con su salida, cuando Imanol Alguacil lo convirtió en futbolista de la primera plantilla. Fue clave en el empate contra el Valladolid y el pasado sábado volvió a marcar, precisamente, contra el Elche de Calvo y Guti.
A ambos futbolistas les llega la oportunidad de jugar en Primera en plena madurez, pero habiendo llevado trayectorias muy diferenciadas. Guti ha desarrollado toda su trayectoria profesional en las filas del Real Zaragoza y la necesidad económica del club, sumada al comprensible interés del canterano por subir al tren de la máxima categoría, han propiciado su aterrizaje en Primera. Calvo, que empezó en los equipos inferiores del Peñas Oscenses, pasó por diversos clubes como el Numancia y el Atlético Levante (Segunda B) antes de recalar en los ilicitanos, que le han brindado la oportunidad de estrenarse en Primera en su segundo año.
