Augusto César Lendoiro, hasta ahora presidente del Deportivo, vivió este fin de semana su último partido en un cargo que ha ocupado los últimos 25 años. El exdirigente deportivista, que durante los últimos años ha sido uno de los grandes críticos del Real Zaragoza, al que acusó de seguir fichando jugadores mientras debía dinero al resto de clubes.

Lendoiro, además, llegó a amenazar al club aragonés con pedir su descenso administrativo y cargó duramente contra sus dirigentes por acogerse a una Ley Concursal a la que él mismo acabarría recurriendo poco tiempo después.

"La vida continua, las cosas no pueden durar toda la vida, fueron muchos años. Como después de cada partido en sus 25 años como presidente, Lendoiro atendió a los medios de comunicación en la zona mixta del estadio de Riazor con una "sensación triste", no por su "marcha", dijo, "sino por el resultado".

Al dirigente le dolió la derrota ante Las Palmas (1-2) y no haber podido dejar a su equipo en la primera posición de la tabla. "Hay que contentarse con ser colíderes", indicó el presidente, que deseó "todos los éxitos del mundo" a los que han "seguido al Deportivo" estos años y que aguantó la emoción sin derramar lágrimas.

"Llorar de alegría es fenomenal, pero hoy no me ha tocado, aunque el día menos pensado me tocará", señaló el dirigente blanquiazul.