balonmano

El Bada Huesca, ante la posibilidad de salir del descenso

Los oscenses reciben al Atlético Valladolid en el que supone su segundo encuentro consecutivo en casa.

El Bada Huesca ha recibido en la octava jornada de la Asobal al Liberbank Cuenca.
El Bada Huesca recibió en la octava jornada de la Asobal al Liberbank Cuenca.
Rafael Gobantes

Por segunda jornada consecutiva, el Bada Huesca vuelve a jugar en el Palacio de los Deportes. Tras perder en la visita del Cuenca por 25-27 en un partido en el que se mantuvieron con opciones de sacar algo positivo hasta el último minuto, los oscenses reciben el viernes al Recoletas Atlético Valladolid (20.30) en un choque en el que tendrán la oportunidad de salir de los puestos de descenso a los que regresaron la semana pasada.

La plaga de lesiones y un calendario de inicio complicado, ya se ha medido a los actuales cuatro primeros clasificados, han hecho que el conjunto que dirige el técnico José Nolasco se vea a las puertas de su noveno compromiso del curso como penúltimo. De hecho, en la mitad de las jornadas que se llevan disputadas ha ocupado una de las dos últimas plazas y su balance de resultados presenta dos triunfos y seis derrotas; una situación que espera revertir con la incorporación de los recuperados y la consiguiente mejora en la calidad de los entrenamientos y la competitividad en los partidos.

Para el choque con los pucelanos, que marchan décimos con dos puntos más, solo es baja segura Iván Montoya. Con Joao Pinto la duda de si podrá vestirse de corto se mantendrá hasta el último momento y sí que estarán disponibles Mota y Malo, aunque no al 100%.

"Nos hemos recuperado, tenemos buenas sensaciones, pero seguimos con la idea de que no estamos consiguiendo resultados positivos", se sinceró Nolasco en la previa del choque recalcando que uno de los conceptos principales que maneja su equipo es el de que "siempre hay que sumar en casa". "Con esa premisa abordamos el partido con el Valladolid, un rival que siempre es complicadísimo", comentó.

Los castellanos mantienen un bloque similar al de la temporada pasada al que han reforzado con el lateral izquierdo Patrianova y el pivote Robin Dourte, jugador cedido por el Paris Saint Germain de 2,08 metros. "Tienen una idea de juego muy marcada, conocida como escuela Valladolid o escuela Pastor. En defensa practican la 6-0 y la 5-1 jugando a disuadir y a hacer pocas faltas", explicó el preparador del Bada el juego de sus rivales, que en ataque "corren y exigen mucho al contrario porque tienen banquillo suficiente como para ir rotando". Entre los nombres propios, al margen de las dos caras nuevas, también puso el acento sobre Diego Camino, Víctor Rodríguez, Rubén Río, Adrián Fernández y Roberto Pérez.

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