Carlos Peruga, Óscar Perea y Martín Caballero son los tres árbitros que dirigieron el pasado domingo el último Barça-Madrid de la Liga Endesa. Pero para el primero de ellos no fue un encuentro más. El veterano colegiado aragonés impartió justicia ataviado con un micrófono que permitía escuchar cómo vivió, desde dentro, un partido de estas características.

Este fenómeno, que no es nuevo en la ACB, constituye un ejercicio de transparencia impensable en otros deportes: discusiones, reproches, intercambios de pareces, explicaciones, advertencias… Absolutamente todo lo que sucedió alrededor del árbitro aragonés quedó recogido en un documento que los canales oficiales de la competición han resumido en un vídeo de poco más de cuatro minutos.

En uno de los pasajes, Peruga aparece dialogando con Jasikevicius, el entrenador del Barça, que no termina de entender una de las decisiones arbitrales. “Saras, no es discutible. Es el reglamento”, le apunta el colegiado aragonés sobre un malentendido en la solicitud de un cambio de jugadores.

También se puede comprobar cómo los trencillas se acercan hasta la mesa técnica para revisar y corregir su decisión sobre una falta antideportiva. “El atacante hace por… La falta es antes. De acuerdo, cambiamos la decisión”, se escucha.

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Poco después, el aragonés dialoga durante un episodio del encuentro con el español Álex Abrines, con el que debate sobre una hipotética falta rival. “Yo estaré atento la próxima, Alex”, zanja Peruga. Reunido con sus compañeros durante un tiempo muerto, el colegiado apuesta por “no hablar demasiado”. “El partido va bien, damos respuestas escuetas. Que no vean que no estamos por la labor de explicar. Explicamos y nos vamos”, dicen.

“No juguéis con eso”

Fruto de la tensión propia de un partido de estas características, Peruga se ve obligado a solicitar a los jugadores de ambos equipos que rebajen las protestas. “¿Creéis que podemos estar discutiendo? Vosotros estáis luchando y yo haciendo mi trabajo. ¡Jugad a meterla, sois muy buenos!”, replica. Antes, también le había advertido al madridista Abalde que no podía “sobreactuar”. “Notas el contacto y haces el arqueo, eso no es falta, estáis avisados de antes, ojo con eso. Venga, que es difícil arbitrar”, sentencia el colegiado.