baloncesto
Casademont Zaragoza: Borisa Simanic, por fin
Después de 11 partidos intrascendentes, el serbio sí exhibió en Gerona su amplitud de recursos: finalizó el duelo con 26 créditos de valoración, aunque no pudo evitar una nueva derrota.
Después de 11 partidos de intrascendencia, Borisa Simanic por fin exhibió su verdadero potencial. El serbio, de 24 años, fue el jugador más productivo del Casademont Zaragoza en Gerona, en el partido del pasado domingo (78-69), aunque su sobresaliente actuación no conllevó el premio de la victoria. El ala-pívot finalizó la contienda con 26 créditos de valoración, fundamentados en 17 puntos, 8 rebotes, 2 asistencias y 2 tapones en los 27 minutos que permaneció sobre la pista. Lo hizo, además, con una efectividad máxima en los lanzamientos triples (3 de 3) y desde la línea de personal (4 de 4), y un 67% de acierto en los tiros de 2 (2 de 3).
Formado en el Estrella Roja, Simanic se incorporó al Casademont Zaragoza el pasado verano, procedente del KK Mega Basket, para vivir su primera experiencia fuera de su país. Llegó avalado por su destreza anotadora, su capacidad para abrir el campo y su amenaza desde el perímetro, con una elevada efectividad en sus lanzamientos triples. Además, el ala-pívot cuenta con unas condiciones físicas extraordinarias (2,11 metros de estatura), por lo que, a priori, podía moverse por todas las posiciones interiores y aportar en defensa rebote e intimidación. Su principal debilidad atendía al aspecto mental, por su fragilidad anímica y su facilidad para desencajarse ante las primeras adversidades.
Y eso es, precisamente, lo que viene lastrando su rendimiento en el curso actual. Simanic inició el curso con dudas, con un desatino inusual en sus acciones de ataque. De hecho, en los dos primeros encuentros de la Liga Endesa, el serbio acertó en uno de sus ocho primeros lanzamientos; una falta de puntería que se acentuó después, con especial repercusión en el duelo frente al Joventut de Badalona, donde presentó un exiguo 11% de efectividad –convirtió uno de sus nueve tiros de campo–. Un espacio de tiempo improductivo que le activó al balcánico una inseguridad nueva: la angustia del anotador que ha dejado de anotar.
Contra el UCAM Murcia y el Baskonia no sumó ni un solo punto; frente al Real Betis facturó dos tantos, ambos desde la línea de personal; y en los duelos ante el Obradoiro, Fuenlabrada, el Real Madrid y el Unicaja de Málaga, toda su aportación se redujo a una sola canasta en juego. Registros muy negativos para un jugador distinguido, sobre todo, por sus certeros lanzamientos y su facilidad para hallar debilidades en la defensa rival.
En este sentido, Simanic había ofrecido muy buenos guarismos la pasada temporada, en la Liga Adriática, en las filas del KK Mega Basket. Finalizó el curso con un promedio de 12,8 puntos y 4,3 rebotes, en los 20 partidos disputados, con una eficiencia del 44% en los lanzamientos triples y un 84% desde la línea de personal. Su actuación más memorable se produjo el pasado 31 de marzo, en el encuentro ante el Split, cuando el ala-pívot alcanzó los 30 puntos anotados con un porcentaje de acierto devastador: convirtió 4 de sus 5 tiros de 2, lo que se traduce en un 80% de efectividad; y 7 de sus 8 lanzamientos triples, lo que supone un 87,5%.
El ala-pívot, internacional absoluto con Serbia, creció en la cantera del Estrella Roja de Belgrado, aunque compitió con el FMP Meridian en las temporadas 2014-15 y 1027-18, ambas en calidad de cedido. Cuenta, además, con experiencia en las competiciones continentales, tras haber participado en la Euroliga en los ejercicios 2016-17, 2018-19, 2019-20 y 2020-21 (33 partidos en total); y tras haber contabilizado 15 encuentros en la Eurocup, también como jugador del Estrella Roja, en el curso 2018-19. En la actual campaña, sin embargo, sus números han estado muy por debajo de las expectativas generadas. El duelo ante el Girona podría suponer, por fin, un punto de inflexión en su rendimiento
